En la segunda edición de #HISTORIASCOPADELMUNDO, te contamos el día que un jeque intervino y anuló un gol en pleno encuentro de una Copa del Mundo.
Hay situaciones que sobrepasan lo surrealista. Situaciones que se asemejan más a una puesta en escena que a la vida misma. Ocasiones en la que la realidad supera a la ficción.
Una historia que tiene un comienzo increíble y que terminó con un final trágico para los involucrados. Hoy en #HISTORIASCOPADELMUNDO, te contamos el día que un jeque anuló un gol en una Copa del Mundo.
Es conocido el poder que manejan los jeques y magnates árabes dentro del fútbol actual. Pero antes de los Manchester City vs Newcastle United, existió Fahad Al-Ahmed Al-Jaber Al-Sabah, príncipe y hermano del Emir de Kuwait.
El 21 de junio en el Estadio José Zorrilla de Valladolid se enfrentaba Francia – Kuwait por la segunda jornada del grupo cuatro de la Copa del Mundo de España 1982. Un duelo dispar. Los ‘galos’ al mando de Michel Platini chocaban ante una selección que vivía el momento futbolístico más álgido de toda su historia.
El cuadro del golfo supo resistir los ataques del cuadro francés hasta el minuto 31, cuando Bernard Genghini anotó el primero. Platini colocaría el segundo y Didier Six el tercero. A falta de cuarenta minutos para el final del encuentro, sucedía lo que se esperaba, Francia goleaba a Kuwait por 3-0. Al Balushi descontó para un cuadro kuwaití que se veía muy superado por las estrellas francesas.
Corría el minuto 75 del encuentro cuando ocurrió, posiblemente, uno de los momentos más icónicos de las Copas del Mundo. Platini coloca una gran asistencia a Giresse quien anota el 4-1 ante una defensa kuwaití inmóvil.
Mientras la selección ‘gala’ celebraba lo que ya era una goleada, el cuadro asiático se dirigía al árbitro para pedir la anulación del gol, aduciendo que habían escuchado el silbato y por eso dejaron de marcar. La negativa del juez central fue clara, era gol.
Ante ver lo que, para él, había sido una injusticia, el príncipe Fahad Al-Ahmed Al-Jaber Al-Sabah decidió dejar su lugar en la tribuna y dirigirse al campo. Sorprendentemente no tuvo ningún percance en entrar al gramado y dirigirse a Miroslav Stupar, árbitro del encuentro.
Pasados diez minutos desde que había ingresado el príncipe, el árbitro decidió, sorpresivamente, anular el gol de Giresse y jugar el balón con un ‘bote a tierra’. Ante el estupor del cuadro francés y del público, Fahad Al-Ahmed se dirigió nuevamente a la tribuna.
Para curiosidad del encuentro, Bossis anotaría el 4-1 en los minutos finales del partido.
Uno de los hechos sin precedentes que marcó una Copa del Mundo que terminaría siendo la última a la que asistió Perú y que coronó a Italia como campeón.
Y sí, pese a ser una historia pintoresca, no tuvo un final feliz para ninguno de los personajes de la historia. El árbitro Miroslav Stupar perdió sus credenciales FIFA y no volvió a ser considerado para un partido oficial. Mientras que el jeque Fahad Al-Ahmed Al-Jaber Al-Sabah fue sancionado con 10 mil euros. Lamentablemente, ocho años después de este incidente, el príncipe kuwaití moriría asesinado por las tropas iraquíes en la Primera Guerra del Golfo.
Es así como una de las anécdotas más curiosas de las Copas del Mundo termina con un final trágico. Son cosas del fútbol. Son historias de mundiales.
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