Su nombre está escrito en la historia de los Mundiales de fútbol por haber anotado el gol más rápido en los registros del torneo, a solo 11 segundos del inicio, durante su participación con Turquía en el Corea Japón 2002. Sin embargo, hoy la vida de Hakan Sukur es muy diferente a la de aquellos años, pues luego de haberse convertido en ídolo en su país, ahora debe ganarse la vida como un inmigrante más en Estados Unidos.
El exfutbolista tuvo que abandonar su país debido a persecuciones políticas, mudándose a Norteamérica para buscar un mejor futuro. Pero, luego de un emprendimiento fallido con una cafetería en California, Hakan encontró su nuevo rumbo convirtiéndose en chofer de Uber. Además, tiene un canal de YouTube en el que comparte con miles de usuarios su día a día ganándose la vida en Washington.
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