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Real Madrid y Liverpool se enfrentaban por la final de la Champions League, en un duelo bastante parejo y atractivo para los aficionados alrededor del mundo. Corrían los 26 minutos del primer tiempo y el partido se mantenía sin goles, cuando la máxima figura del cuadro inglés, el egipcio Mohamed Salah cayó en el terreno de juego y encendió las alarmas en todo el estadio.

 

El atacante tuvo un choque con el defensa y capitán del Madrid, Sergio Ramos, producto del cual los dos cayeron en el gramado, sin embargo fue el jugador africano quien no pudo levantarse para seguir con el juego. Los médicos del cuadro inglés ingresaron al campo de juego para atender al delantero, quien acusaba un fuerte dolor en el hombro que no lo dejaba ni moverse.

 

Finalmente se levantó y continuó participando del encuentro, pero se notaba muy incómodo, el dolor no dejaba de afectarlo y se reflejaba en su manera de moverse. Es así que a los 29 minutos volvió a caer y, con lágrimas en los ojos, tuvo que abandonar el campo acompañado de los médicos, para dejar su lugar a Lallana, quien desempeñaría la misma función.

 

 

¿Mala leche?

 

Ya en imágenes mostradas en la repetición, en cámara lenta, se observa como el egipcio va en búsqueda del balón en una disputa con Ramos, quien lo coge del brazo mientras ambos caen al suelo. El español no suelta la extremidad de Salah y termina cayendo sobre ella, provocando un movimiento brusco en el hombro del jugador de 25 años.

 

El club informó que su goleador había sufrido una luxación en el hombro, pero luego del encuentro el técnico Jürgen Klopp señaló que el egipcio había sufrido una fractura. De todas maneras, se teme que la injuria no permita a Mohamed Salah disputar con su selección el Mundial Rusia 2018.