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Marilyn Monroe es uno de los íconos de la historia del cine. Su vida, su legado como actriz y las polémicas que envuelven su nombre han llevado a muchos a querer tener algo que le perteneció: desde sus legendarios atuendos como su primera y única casa. Una vivienda en la que fue fotografiada solo unas semanas antes de morir y en el que se veían cajas por abrir, artesanías y más cosas. La casa estaba situada en el barrio de Brentwood, en Los Ángeles, y vivió en ella hasta su muerte en agosto de 1962.

Tras su fallecimiento, la casa pasó de dueño en dueño, que fueron modificando aquella vivienda. Los últimos de estos, unos multimillonarios, compraron la vivienda con la intención de demolerla para anexarla a su mansión, ubicada exactamente al lado de esta villa. Pero, algo parece frenar su intención: estos magnates afirman que la ciudad ha realizado «maquinaciones encubiertas» para que no puedan tirar la vivienda.

Es por eso que esta multimillonaria familia, conformada por Brinah Milstein y Roy Bank, ha demandado a la ciudad de Los Ángeles este 6 de mayo. La razón: tras la compra en agosto y conociendo la intención de los multimillonarios para tirar la propiedad, el Departamento de Planificación Ciudadana de Los Ángeles la nominó para que entrara a la lista de Monumentos Histórico- Cultural de la ciudad, junto a otros más de mil lugares protegidos.

Entre los argumentos de los nuevos dueños, en esta demanda a la ciudad, se menciona que durante seis décadas y con más de 10 propietarios después de Monroe, la vivienda ha sufrido cambios importantes y se han dado diversos permisos para remodelaciones, por lo que «urden maquinaciones encubiertas para conservar un sitio que no merece considerarse un monumento».

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