Las intensas lluvias en Puno provocaron el desborde del río Coata, afectando a más de un centenar de viviendas del distrito de San Miguel.
Las aguas llegaron a un metro de altura y provocaron el derrumbe de varias viviendas. Según los vecinos, el río colapsó por la construcción de una cancha de fútbol en el cauce.
Por otro lado, en Ayacucho, un fuerte aguacero convirtió a las calles en lagunas y riachuelos. Las precipitaciones ocasionaron grandes problemas a transeúntes y vendedores ambulantes.
Varias tiendas y negocios quedaron destruídos mientras el temor crece ante la repetición de un evento metereológico similar.
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