Desde los 8 años acompaña a su padre al estadio y está comprometido a compartir esa pasión por el resto de su vida.
Para este padre e hijo, el fútbol es más que una pasión. Es un vínculo que los hace inseparables hace 20 años. Don Diego fue diagnosticado con una enfermedad visual degenerativa que le dificulta ver, pero su pasión por el fútbol está por encima de todo.
«Siempre he acompañado al fútbol colombiano, en las eliminatorias, en la Copa América de Chile, en la Copa América de Estados Unidos y la eliminatoria. Todo en compañía de mi hijo», explica Diego Felipe Chávez.
Para sr. Chávez, el apoyo de su hijo ha sido vital. «Él me lleva al sitio que me corresponde y analizamos el partido». Diego acompaña a su padre a los estadios desde que tenía ocho años y nunca ha dudado hacerlo.
«Para él no es una limitación el problema visual que tiene, porque él puede escucharlo, en radio, puede escuchar los partidos, le gusta saber cómo va la selección todo, para él no es una limitación sencillamente por el amor que le tiene a este deporte”, comenta el joven Diego.
Durante el partido en Kazán, cantaron juntos los goles de la selección colombiana. Don Diego espera seguir disfrutando del fútbol hasta que su salud se lo permita y su hijo no duda acompañarlo siempre.
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