Las tensiones a nivel político y diplomático entre Inglaterra y Rusia, por un tema de espionaje y sospechas mutuas, han provocado temor de que los británicos decidan no enviar a la Copa del Mundo a su selección absoluta.
El Parlamento inglés, a cargo de Boris Johnson, mencionó que Inglaterra podría dejar de asistir a Rusia 2018, encendiendo las alarmas en todo el mundo.
Para los ingleses, Moscú está detrás de una extraña enfermedad que aqueja a un exagente doble, encarcelado por traicionar a decenas de espías a favor de la inteligencia británica. En tanto, en el Kremlin negaron cualquier implicación en el caso.
Boris Johnson señaló que, de confirmarse que detrás de la enfermedad de su espía están los rusos, esto haría difícil ver a Inglaterra en el Mundial a iniciarse en junio.
No obstante, aquejado por las críticas, el representante del Parlamento inglés tuvo que recular y aclarar que serían los dirigentes británicos, mas no los jugadores, los que no irían a la cita mundialista.
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