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Los Pantanos de Villa, nuestro único refugio de vida silvestre dentro de Lima Metropolitana, están amenazados por una grave contaminación ambiental. La acumulación de basura y residuos sólidos, la quema de cables y los vertimientos de aguas residuales ponen en alto riesgo a esta área natural de más de 2 mil hectáreas, ubicada en el distrito de Chorrillos. La biodiversidad urbana está en peligro y la salud de miles de personas está expuesta a sustancias tóxicas.

Frente a esta problemática, la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) lanzó la campaña #HazteCargo, con el propósito de visibilizar las afectaciones ambientales, identificar a los responsables y tomar acciones inmediatas para mitigar los daños ecológicos en este humedal de importancia internacional, que fue considerado como un Sitio Ramsar desde 1997, por su gran aporte en la conservación biológica.

INFORME DE LA SPDA

Un informe exhaustivo de la SPDA determinó que, actualmente, los pantanos se ven afectados por cuatro principales fuentes de contaminación a causa de prácticas ilegales y la falta de gestión adecuada de los residuos. Sin embargo, las autoridades no accionan para detener y remediar los impactos de estas afectaciones.

• Inadecuada disposición de residuos de construcción y demolición: el abandono de residuos de construcción y demolición en los pantanos amenaza gravemente este ecosistema, debido a que la presencia de escombros obstruye el flujo hídrico, contamina el suelo y el agua, y afecta a la flora y fauna del lugar, incluyendo especies endémicas. Además, la degradación del paisaje y los riesgos para la salud de la población, como la exposición a partículas contaminantes, serán consecuencias directas de esta práctica ilegal.

• Inadecuada disposición de residuos sólidos domésticos: La deficiente gestión de los servicios de limpieza pública a cargo de la autoridad local y la falta de conciencia ciudadana han provocado la acumulación de basura en los alrededores del humedal. Estos desechos pueden impedir el flujo natural del agua, contaminar el suelo y el aire, y causar un desequilibrio en el ecosistema. La proliferación de plagas, pérdida de biodiversidad y la degradación del paisaje serían otras de las consecuencias.

• Quema de cableado para la obtención de cobre. Esta práctica ilegal, realizada para extraer cobre, libera gases tóxicos que contaminan el aire y ahuyenta a la fauna silvestre. En el caso de la flora, se afecta la producción de la cobertura vegetal. Y, además, también expone a la ciudadanía a problemas respiratorios.

• Vertimiento de aguas residuales: Diversos estudios han confirmado la presencia de coliformes fecales en las aguas del humedal, lo que indica un vertimiento directo de desechos humanos. Esta situación no solo afectará la biodiversidad del lugar, sino que también representa un riesgo para la salud pública. La presencia de patógenos en el agua y en el suelo puede provocar enfermedades infecciosas en la ciudadanía.

DOCE DENUNCIAS

Desde el 2019, se han presentado al menos 12 denuncias ambientales ante el OEFA por la contaminación en Los Pantanos: 3 reclamos por la acumulación de residuos de construcción y basura, 7 por residuos sólidos, 1 denuncia por las aguas residuales, y 1 por la quema de cableado. A pesar de ello, la contaminación persiste en este importante ecosistema.

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