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Ana Briceño

Tres horas antes de morir de un balazo en el abdomen, Rosa Benavides Torres le escribió a su mamá un mensaje para contarle que estaba yendo a almorzar con sus compañeros de trabajo y que más tarde le llevaría algo de comer. Su madre, de 73 años, había pasado la mañana en la Clínica Providencia por una afectación respiratoria. Ambas vivían juntas y solían escribirse durante el día. 

“De ahí no supe más de ella hasta que minutos antes de las 4 de la tarde, su amiga Ruth me llamó llorando para decirme que a mi hijita le habían disparado y que vaya urgente al restaurante Panchita, en Miraflores”, relató, a la policía y a la fiscalía, Rosa Torres, madre de la economista que murió a causa de un disparo que provino de la pistola de Felipe O’Neill Pérez, su compañero de labores, en la empresa Niubiz.

 

Torres llegó en 25 minutos al restaurante, pero era demasiado tarde. Su hija había dejado de existir. Todo era confuso en esos instantes. Las compañeras de Rosa se le acercaban, sollozando y aturdidas, y la mamá de Rosa a las justas podía sostenerse de pie. 

“Mi hija nunca tuvo problemas con nadie, tenía buena relación con sus compañeros de trabajo. Yo no conocía a Felipe O’Neill”, dijo Torres a las autoridades que investigaron, durante 15 días, la muerte de Rosa, de 32 años. 

Quien sí conocía muy bien a Felipe O’Neill, jefe de cuentas en Niubiz, era su hermano Alberto, gerente en el aeropuerto Jorge Chávez. A las 11.12 a.m., del 31 de octubre, Felipe lo llamó por teléfono para pedirle, por favor, que le facilite un trámite de viaje internacional a su jefa María Eugenia Miranda. 

“Cuando estaba almorzando, ese 31 de octubre, mi hermana me llamó para decirme que Felipe se había matado, decidí ir a la casa de mis padres, pero en el camino mi papá me llamó a decirme que había visto en las noticias que Felipe había matado a una chica, que eso decían los canales, y que luego él se había matado”, contó Alberto, durante su declaración a la Policía Nacional y al Ministerio Público. 

También dijo que no conocía a Rosa Benavides y que su hermano, tres meses atrás, había terminado una relación amorosa. 

“TE VAS A IR A LA CÁRCEL”

La reunión en el restaurante Panchita estaba programada desde una semana antes. El motivo: el cumpleaños de Melanie Marín, ejecutiva comercial de Niubiz. “Como a la una de la tarde salimos del trabajo en compañía de Felipe y Claudia (Goachet) para separar mesa. Luego fueron llegando Brunella, Rosita, Cinthia y Ruth. Luego, llegó Sergio y al final María Eugenia, acompañada de Renzo”, relató la cumpleañera.

“Yo bajé del automóvil de Felipe sin mis cosas. No me fijé si él llevaba un canguro, menos un arma. No sabía que portaba arma, creo que nadie sabía eso”, contó Claudia Goachet, compañera de trabajo de Felipe y Rosa.  

Una vez sentados en una mesa para diez personas, en la terraza del restaurante, todos empezaron a pedir aperitivos y sus platos de comida. La ubicación de Felipe no fue al costado de Rosa, en un primer momento, luego sí se ubicó a su lado, y fue cuando sucedió la desgracia. 

Los mozos del restaurante cantaron el cumpleaños a Melanie Marín, para ese momento Felipe estaba en los servicios higiénicos. Un video grabado por Brunella Huarcaya, subido a las redes sociales, muestra que en ese instante el canguro con la pistola dentro estaba sobre la mesa, pero al parecer todos desconocían que dentro había un arma. 

Rosa Benavides había terminado de almorzar, estaba sentada al costado de su amiga Ruth Avendaño, a quien conocía desde el 2018. Al frente de Ruth, se encontraba Felipe O’Neill. En ese momento, Ruth recibió la llamada telefónica de un cliente, se puso de pie y salió a contestar. Felipe aprovechó que el asiento estaba vacío y se sentó al costado de Rosa. 

“Felipe me pidió que le alcance sus cosas porque había cambiado de lugar, por eso le alcancé el canguro color negro que pesaba, no sabía qué había dentro, estiré mi brazo y se lo di. También su copa de trago”, relató a las autoridades, Claudia Goachet. 

Ruth Avendaño se acercó donde Felipe a decirle que ese era su sitio, pero él le dijo que quería conversar con la jefa que estaba a su otro costado. Goachet ha dicho que Felipe estaba entre la jefa, María Eugenia Miranda y Rosa Benavides. 

Todos relataron a las autoridades que de repente escucharon un ruido como una explosión, nadie creyó que se trataba de un disparo, pero todos observaron que Rosa se cogía la parte derecha del abdomen, miraba a Felipe espantada y, luego su cabeza cayó sobre la mesa. Todos coincidieron, también en decir, que Felipe O’Neill auxilió en un inicio a la víctima. 

En medio de la desesperación de todos, según relataron los testigos, alguien dijo: “te vas a ir a la cárcel”. Y, O’Neill salió del restaurante. 

El economista, de 42 años, entró a su vehículo estacionado afuera del restaurante, llevaba consigo el canguro y la pistola. Cogió su celular y llamó a su amigo Óscar Chirinos. 

“Me dijo que me llamaba para despedirse y que su canguro se había disparado y que se iba a disparar porque él no iba a ir a la cárcel por un accidente. Le pregunté dónde estaba y me dijo que estaba en el restaurante Panchita. Le dije que se tranquilizara y fui para evitar el incidente (…) Cuando llegué ya había ocurrido la desgracia”, narró a la policía y a la fiscalía. 

Todos los compañeros de trabajo de Rosa Benavides y Felipe O’Neill han descartado que ambos hayan tenido una relación. 

¿Qué se ve en el video de seguridad del restaurante Panchita?

Latina Noticias ha conseguido en exclusiva el acta de los dos videos que fueron entregados por la gerencia del restaurante Panchita. Esto demuestra que Felipe O’Neill auxilió solo 7 minutos a Rosa Benavides, para luego salir a quitarse la vida. 

El canguro tenía orificios y fue encontrado a nivel cintura de Felipe O’Neill. 

Secuencia del video:

4.01.18 p.m.

Se aprecia a varios comensales sentados en una mesa en la terraza del restaurante 

4.06.25 p.m.

Se aprecia a estos mismos comensales y 5 mozos con camisa blanca aplaudiendo en la terraza del restaurante Panchita

4.20.52 p.m.

Se aprecia a los mismos comensales y a una fémina acariciando (Rosa Benavides) la cabeza de una persona de sexo masculino con polo negro (Felipe O’Neill)

4.39.35 p.m.

Se aprecia que son 9 personas los comensales sentados en la mesa, charlando y comiendo

4.40.21 p.m.

Se aprecia al mismo sujeto de polo negro, quien se encuentra de espaldas hacia la camarada de seguridad, al parecer tocándose su cintura mientras conversa con el resto de comensales.

4.40.40 p.m.

Se aprecia al mismo sujeto de espaldas mirando hacia abajo mientras se toca la cintura con la mano derecha.

4.40.46 p.m.

Se aprecia al mismo sujeto con polo negro mirando hacia abajo tocándose la cintura, circunstancia en la cual se escucha un fuerte ruido, por lo que todos los acompañantes de la mesa miran que está sucediendo.

4.40.48 p.m.

Se aprecia que la fémina vestida de ropa oscura (Rosa Benavides) que se encontraba sentada al lado derecho del sujeto de polo negro, mira hacia abajo del lado derecho, es decir hacia donde estaba sentado el sujeto de polo negro y este hace lo mismo mirando lo que ha sucedido, de igual manera los acompañantes.

4.40.54 p.m.

Se aprecia que la fémina de ropa oscura se desvanece hacia el lado derecho donde se encuentra el sujeto de polo negro (Felipe O’Neill)

4.41.28 p.m.

Se aprecia que todos los comensales de la mesa se levantan de sus asientos para ayudar a la fémina desvanecida, de la misma manera el sujeto de polo negro

4.44.48 p.m.

Se aprecia que aparece un personal de serenazgo de Miraflores, mientras el sujeto de polo negro continúa tratando de brindar auxilio a la fémina, quien se habría desvanecido con otra acompañante vestida de negro

4.46.37 p.m.

Se aprecia que aparece otro personal de serenazgo de Miraflores para brindar auxilio a la fémina que se habría desmayado por su acompañante, siendo en dichas circunstancias el sujeto de polo negro se retira del lugar.

¿Lo que sucedió en el restaurante Panchita fue un feminicidio?

 La Tercera Fiscalía Provincial Transitoria Corporativa Especializada en Violencia contra la Mujer concluyó después de las indagaciones preliminares que lo que sucedió en restaurante Panchita no fue un feminicidio, pues “la única relación que existía entre los occisos era laboral”. Sin embargo, fuentes de la Policía Nacional del Perú, indicaron a este medio que la fiscalía se ha apresurado en determinar ello, pues aún faltarían pericias que realizar. 

El caso ahora ha sido derivado a una Fiscalía Corporativa Penal, quien tendrá que definir el rumbo de las indagaciones. Los familiares de Rosa Benavides merecen saber la verdad. 

“Si en un primer momento se investigó por presunto feminicidio, fue porque existe un protocolo que establece que cuando una mujer muere en circunstancias como la que sucedió en este caso, se presume un feminicidio, pero luego de las investigaciones puede determinarse lo contrario”, explicó una fuente de la Fiscalía Especializada en Investigar caso de violencia contra la mujer.