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La principal arma para prevenir la hepatitis B continúa siendo la vacunación. Por eso, en lo que va del año, el Seguro Social de Salud (EsSalud) aplicó más de 115 000 dosis de vacunas contra esta grave enfermedad, que podría dañar irreversiblemente el hígado y producir cirrosis, cáncer o, incluso, llevar al paciente a necesitar un trasplante de este órgano vital. 

“Es una infección viral que puede afectar a niños, jóvenes y adultos», sostuvo el Dr. Javier Díaz Ferrer, jefe del Servicio de Hígado del Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins. «Tiene como principal factor de riesgo para su infección, por un lado, la transmisión madre-niño, las relaciones sexuales sin protección o el uso no adecuado de material quirúrgico no adecuadamente esterilizado”, agregó. 

A nivel nacional, la seroprevalencia de la hepatitis B es del 0.4%. Sin embargo, en Loreto, Ayacucho, Apurímac, Cusco y Amazonas, la prevalencia es mayor al 1%. Por este motivo, se recomienda completar las tres dosis necesarias para evitar las complicaciones que pueden derivarse de la enfermedad, como la cronificación y el cáncer hepático. 

TIPOS DE HEPATITIS B

La hepatitis B podría tomar dos etapas de gravedad. La primera es aguda, con una duración de máximo seis meses y la presencia de síntomas similares a los de cualquier otro tipo de hepatitis viral:

• Fiebre
• Malestar general
• Náuseas
• Vómitos
• Falta de apetito

Sin embargo, la ictericia es la responsable del color amarillento de la piel o escleras, principales características del daño hepático. 

La otra etapa de la hepatitis B es la crónica, que tiene una duración de más de seis meses y, en algunos casos, no presenta sintomatología. A largo plazo, esto produce complicaciones más severas como la cirrosis o los tumores, y su tratamiento se basa en el uso de antivirales. 

HEPATITIS B: ¿ES POSIBLE PREVENIRLA?

Dentro de las recomendaciones para prevenir la hepatitis, la principal sin duda es la vacunación. Pero también existen otras, tales como las siguientes:

• Uso de preservativo durante las relaciones sexuales (por su tipo de transmisión, ha sido catalogada como una enfermedad de transmisión sexual).
• Chequeo continuo por medio de pruebas preventivas.
• Verificar que los establecimientos donde se realizan perforaciones (piercing, tatuajes, etcétera) cumplan con los protocolos de bioseguridad (uso de material esterilizado, guantes, agujas no reutilizadas, entre otras).