Esta semana, la policía ha desentrañado los hilos que llevaron a la muerte de este policía, identificando a los culpables y desmantelando la red criminal responsable.
Eran las 10:30 de la noche, cuando la atención de la prensa estaba enfocada en un allanamiento presidencial al otro lado de Lima. Mientras tanto, las puertas del penal de Castro Castro se abrían para nosotros.
Nos encontramos con un peligroso delincuente que estaba siendo trasladado al penal más alejado del país. Los agentes del grupo de operaciones especiales del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) lo habían puesto en una celda de meditación, y ahí, por primera vez, logramos ver su rostro.
Descubrimos la conexión entre este sujeto y la muerte de un valiente policía en Comas el 17 de febrero pasado. Testimonios dentro del penal revelaron cómo desde las sombras se planificó el asesinato de este integrante de la Brigada Especial contra el Crimen en Lima Norte.
Para la familia de Luis Carrasco Ramos, el policía asesinado, esta fue la primera vez que tuvieron la oportunidad de enfrentar al responsable. Conmocionados pero decididos, enviaron un mensaje cargado de dolor y justicia desde el corazón de su dolor.
Carrasco, conocido como «el cazador», había sido un héroe para su familia y colegas, luchando incansablemente contra el crimen organizado en Lima Norte. Su valentía lo convirtió en blanco de los delincuentes, quienes tramaron su asesinato cobardemente.
Esta semana, la policía ha desentrañado los hilos que llevaron a la muerte de Carrasco Ramos, identificando a los culpables y desmantelando la red criminal responsable. Aunque el dolor persiste en el hogar de Carrasco, la promesa de justicia aviva la esperanza de que aquellos que han sembrado el terror sean llevados ante la ley.
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