Lima registra niveles críticos de congestión vehicular en comparación con otras ciudades de América Latina

La capital peruana, Lima, se enfrenta un grave problema de congestión vehicular que la posiciona entre las ciudades más congestionadas de América Latina y del mundo. Así lo afirmó Alberto Morisaki, gerente de Estudios Económicos y estadísticas de la Asociación Automotriz del Perú (AAP), basándose en un reciente informe que revela preocupantes estadísticas sobre la velocidad promedio de circulación en horas pico.

Durante la mañana, específicamente a las 8:00 a.m., la velocidad promedio en Lima ha sido de solo 14.6 km/h desde el inicio del año 2025, con registros que han llegado a mínimos alarmantes de 12 km/h.
Por la noche, a las 7:00 p.m., la situación es aún más crítica, con una velocidad promedio de 13.3 km/h y descensos de hasta 11 km/h en ciertos días.

Estas cifras evidencian no solo la magnitud del problema, sino también su tendencia a agravar con el tiempo, reflejando peores niveles de congestión y una disminución constante en la velocidad de circulación.

Al comparar Lima con otras capitales latinoamericanas como Bogotá, Ciudad de México y Santiago de Chile, se observa que la ciudad peruana presenta los mayores índices de congestión. En contraste, Santiago, por ejemplo, muestra una circulación más fluida en ambos horarios pico, lo que resalta la gravedad de la situación en Lima.

CUÁLES SON LOS FACTORES

Los factores que contribuyen a esta problemática son múltiples y estructurales. Morisaki menciona que el deficiente diseño vial de la ciudad, el crecimiento urbano desordenado y la falta de un sistema de transporte público bien integrado y eficiente son determinantes en esta crisis. Además, la proliferación de unidades de transporte informal como combis y cousters, así como problemas de semaforización desfasada, mala señalización vial y escasa fiscalización, agravan aún más el escenario. La falta de educación vial tanto en conductores como en peatones se suma a este cóctel explosivo.

CUÁLES SON LAS CONSECUENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES

El alto nivel de congestión vehicular en Lima tiene consecuencias económicas y sociales considerables. “La pérdida de horas hombre por el tiempo adicional de viaje impacta en la productividad, mientras que el estrés y la ansiedad generados afectan la calidad de vida de los ciudadanos. Además, el tráfico incrementa la emisión de contaminantes, lo que agrava el impacto ambiental y eleva los casos de enfermedades respiratorias”, advirtió Morisaki.

También se suman los costos adicionales derivados del mayor consumo de combustible y los efectos negativos sobre la seguridad vial.