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La policía de Seattle se vio envuelta en un enfrentamiento mortal mientras llevaba a cabo una operación encubierta para detener a un presunto depredador sexual de menores. El sospechoso, de 67 años de edad, fue abatido a tiros después de sacar un arma de fuego cuando los agentes intentaban detenerlo en un hotel DoubleTree Suites en Tukwila, Washington, Estados Unidos.

Los detalles de la operación encubierta señalan que el sospechoso creía que se iba a reunir con dos niñas menores de edad, de 7 y 11 años, respectivamente. Sin embargo, al abrir la puerta de la habitación del hotel, se encontró con agentes encubiertos del Grupo Especial de Delitos contra Menores por Internet del Estado de Washington, quienes estaban esperando para arrestarlo.

Según las impactantes imágenes de las cámaras corporales publicadas por la policía, el sospechoso sacó un arma de fuego en el momento en que los agentes intentaban desarmarlo. En respuesta, varios agentes abrieron fuego, resultando en la muerte instantánea del hombre en el lugar.

Durante el incidente, uno de los agentes resultó herido por una bala, aunque se espera que se recupere por completo.

El jefe del Departamento de Policía de Seattle, Adrian Diaz, destacó la peligrosidad y la rapidez con la que estas situaciones pueden escalarse. Además, señaló un aumento significativo en los delitos en Internet contra niños en los últimos años.

Aunque no está claro los cargos específicos contra el sospechoso ni los detalles que llevaron a la operación encubierta, expertos en aplicación de la ley como Nicole Parker, exagente especial del FBI, elogian la rápida reacción ante una situación de alto riesgo. Parker subraya la amenaza que representan los pedófilos y la necesidad de una respuesta contundente por parte de las fuerzas del orden.

Parker afirma que los pedófilos suelen ser los criminales más peligrosos y ponen en peligro la vida de los policías. «Saben que cuando se les atrapa, van a estar encerrados durante mucho tiempo y no tienen nada que perder», afirma Parker, que recuerda que dos de sus antiguos colegas agentes especiales del FBI murieron tiroteados mientras ejecutaban una orden de búsqueda de un depredador de menores hace tres años.

Por ahora, las autoridades continúan investigando los detalles exactos del incidente y brindando apoyo a los agentes involucrados.

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