El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, informó que su gobierno está preparando 2 cárceles de máxima seguridad para albergar a los manifestantes detenidos durante las recientes protestas en su país. Este anuncio lo realizó durante un acto transmitido por el canal estatal VTV, en el cual Maduro detalló que las prisiones de Tocorón y Tocuyito serán los centros de reclusión para aquellos que él denomina «guarimberos».
Maduro explicó que estas cárceles estarán listas en un plazo de 15 días, ya que actualmente se encuentran en proceso de reparación. Tocorón y Tocuyito, históricamente controladas por bandas criminales, fueron recuperadas por las fuerzas del orden el año pasado. Tocorón, en particular, era conocida por ser el centro de operaciones de la temida banda Tren de Aragua.
El presidente venezolano justificó esta medida argumentando que los manifestantes son «terroristas, delincuentes y miembros de bandas de nueva generación», comparándolos con las pandillas en Haití y las maras centroamericanas. Según Nicolás Maduro, estos individuos fueron entrenados en Estados Unidos, Texas, Colombia, Perú y Chile, con el objetivo de desestabilizar a Venezuela y convertirla en otro Haití.
Desde el inicio de las protestas, más de 1.000 personas han sido detenidas, y Maduro afirmó que su gobierno está buscando a 1.000 más. Las manifestaciones, que estallaron tras la cuestionada reelección de Nicolás Maduro, han dejado al menos 11 civiles muertos, aunque la oposición cifra el número de fallecidos en 16. Esta es liderada por María Corina Machado y su candidato Edmundo González Urrutia, quienes han denunciado una «escalada cruel y represiva del régimen».
En medio de las protestas, se han producido diversos actos, como la destrucción de estatuas del fallecido expresidente Hugo Chávez y la derriba de enormes vallas con el rostro de Maduro que adornan las avenidas del país. Estos actos han sido utilizados por el gobierno para justificar la represión y las detenciones masivas.
Nicolás Maduro también mencionó que estos centros de reclusión no solo servirán para encarcelar a los manifestantes, sino que también serán «centros de reeducación». En su discurso, el presidente venezolano afirmó que los detenidos tendrán que «hacer carreteras» como parte de su proceso de reeducación, una medida que ha sido criticada por organizaciones de derechos humanos y la oposición, quienes ven en esto una forma de trabajo forzado.
El anuncio de las nuevas cárceles de máxima seguridad se produce en un contexto de creciente tensión política y social en Venezuela. La reelección de Nicolás Maduro ha sido ampliamente cuestionada tanto a nivel nacional como internacional, y las protestas reflejan el descontento de una parte significativa de la población. La respuesta del gobierno ha sido una combinación de represión y medidas de control, como la creación de estos centros de reclusión.
«He decidido crear estas 2 cárceles de máxima seguridad para todas las bandas de nueva generación que están metidas en la guarimba y en el ataque criminal, y no va a haber perdón ni contemplación en el marco de la Constitución y las leyes. Hay que ver si esas cárceles logran la reeducación y se convierten en granjas productivas. Que (los internos) lleguen a trabajar, como se hacía antes que los sacaban a hacer carreteras. Hay mucho camino por hacer», remarcó Maduro.
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