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Se trata de La ‘Fiducia supplicans’ del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, aprobada por el Papa Francisco. Esta doctrina permite a la iglesia, bendecir a todas las parejas del mundo, al margen de su orientación. Es decir, parejas del mismo sexo recibirán la bendición. Aunque la doctrina sobre el matrimonio permanece inalterada, bendecir no implica aprobar la unión.

En el documento aprobado por el Vaticano, a través del Sumo Pontífice, se señala que: Existen «diversas ocasiones en las que las personas acuden espontáneamente a pedir una bendición, ya sea en peregrinaciones, en santuarios o incluso en la calle cuando se encuentran con un sacerdote», y tales bendiciones «se dirigen a todos, nadie puede ser excluido». Por lo que ya es una realidad, los sacerdotes puede bendecir a todas las parejas del mundo, incluyendo a las del mismo sexo.

El documento, el cual revisa y especifica las bendiciones, distinguiendo entre las rituale, litúrgicas, y las espontáneas. Es el primer el primer pronunciamiento doctrinal del antiguo Santo Oficio en 23 años.

El documento también aborda la bendición en el sacramento del matrimonio, declarando la inadmisibilidad de ritos que puedan crear confusión y reiterando la doctrina católica sobre la legitimidad de las relaciones sexuales solo dentro del matrimonio entre un hombre y una mujer.

La declaración concluye enfatizando que quienes buscan bendiciones expresan una necesidad de la presencia salvadora de Dios en sus vidas, y estas peticiones deben ser valoradas en un ámbito de espontaneidad y libertad, fuera del marco litúrgico. Es decir la bendición de Dios, debe ser para todos los que solicitan, sin excepciones en el mundo.

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