Aunque algunos expertos indican que esto sucede solo bajo condiciones específicas, es un hecho que el ecosistema antártico está cambiando.
El ecosistema de la Antártida está cambiando, pero no de una forma favorable. A medida que la temperatura de aumenta, es visible la súbita aparición de vegetación en zonas donde antes estos organismos no se encontraban. ¿Por qué sucede esto? Este es uno de los temas que tratamos en el documental ‘Antártida: ¿el fin del continente blanco?’. Veamos.
Según el biólogo, Ariel López, hay un gran número de estudios que muestran que las especies “han ganado terreno y han aumentado su distribución en los últimos años”. Pero otros expertos indican que este fenómeno sucede solo bajo condiciones específicas. La Península Antártica occidental e islas adyacentes reúnen estas propiedades.
Tras el retroceso del hielo y el glaciar, se observó un cambio en el comportamiento de la vegetación. Y es que ahora han encontrado las condiciones para poder desarrollarse más rápido, como también han empezado a reproducirse sexualmente (mediante semillas).
Los organismos vegetales han encontrado en los periodos largos de calor, un ambiente menos hostil para poder crecer mucho más rápido. Gracias a esos intervalos de calidez, han abarcado los áreas que quedaron al descubierto por el retroceso y rompimiento de los glaciares del ‘Continente Blanco’.
Según López, “aunque en el ámbito de la biología las asociaciones hay que tenerlas con mucho cuidado”, todo parece indicar que el aumento del calor ha sido un factor decisivo para el crecimiento de las poblaciones de la flora. Este comportamiento “puede ser usado como un indicador del cambio climático y del calentamiento regional y global”.
La vida vegetal de la Antártida tiene características especiales que les permite vivir incluso bajo condiciones extremas como grados bajo 0, una de ellas es mantener el 30% de su capacidad fotosintética durante dicha escala de temperatura. Esto significa que, aún en condiciones extremas de frío, se encuentran constantemente recibiendo nutrientes del sol y no tiene necesidad de estar en un estado de éxtasis o de latencia.
Pero el aumento del calor puede provocar una reacción negativa en la tolerancia que tienen los organismos a las heladas. Según el biólogo, el cambio climático puede “provocar que estas especies se desaclimataran por periodos cortos de tiempo y luego quedaran susceptibles” al frío extremo.
Y es que aclimatarse a un periodo cálido es perjudicial ya que esto acabaría con su tolerancia a las bajas temperaturas. Por el momento el más susceptible ante este cambio es el ‘clavelito antártico’ (Colobanthus quitensis).
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