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SAO PAULO, 3 nov (Reuters) -El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, pidió el miércoles por primera vez a los manifestantes que obstruyen las carreteras del país, que levanten los bloqueos, ya que las manifestaciones están restringiendo el derecho a desplazamiento de las personas y provocando pérdidas en la economía.

Las protestas estallaron el domingo tras la estrecha derrota de Bolsonaro frente al izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 30 de octubre.

En un video publicado en las redes sociales, Bolsonaro dijo que entendía la frustración de la gente por el resultado de las elecciones.

«Sé que están molestos (…) Yo también. Pero tenemos que mantener la cabeza fría», dijo en un mensaje en Twitter. «Les haré un llamado: despejen las carreteras».

El presidente dijo que el bloqueo de las carreteras hace ilegítimas las protestas en curso. Animó a la gente a elegir otras formas de manifestarse.

Bolsonaro agregó que la Policía Federal de Carreteras (PRF) se había movilizado para ayudar a disipar a los manifestantes y despejar las carreteras. Pero agregó que están abrumados porque las protestas están teniendo lugar en múltiples lugares. «Las dificultades son enormes».

Las autoridades brasileñas dijeron que estaban avanzando en sus esfuerzos por despejar los bloqueos establecidos en todo el país por los camioneros.

La PRF dijo que los manifestantes estaban bloqueando las carreteras parcial o totalmente en 126 lugares hasta la noche del miércoles, por debajo de los 190 de la noche anterior.

Aunque son menores que en días anteriores, es probable que las protestas sigan interrumpiendo la distribución de combustible, la actividad industrial, las entregas de alimentos a los supermercados y los envíos de cereales a los puertos.

Anvisa, la agencia nacional de salud, advirtió que los bloqueos podrían provocar escasez de suministros médicos.

La ANP, el organismo regulador del petróleo, modificó las normas relativas a los requisitos mínimos de almacenamiento de combustible en los centros de distribución y relajó los requisitos de embotellamiento de gas de cocina, en un intento por evitar la posible escasez de energía.

Abear, un grupo comercial que representa a las aerolíneas brasileñas, advirtió que el suministro de combustible para aviones podría verse comprometido.

La policía dijo que se habían despejado 732 bloqueos en todo el país, aunque las carreteras seguían bloqueadas o parcialmente bloqueadas en 14 de los 26 estados de Brasil, sobre todo en estados agrícolas como Santa Catarina y Mato Grosso, donde Bolsonaro tiene un fuerte apoyo popular.

En sus declaraciones del martes, el presidente brasileño dijo que las protestas eran el resultado de la «indignación y la sensación de injusticia» por la votación. Pero se abstuvo de pedir explícitamente a sus partidarios que retiraran los bloqueos.

Los camioneros, un electorado clave de Bolsonaro que se benefició de sus políticas para bajar los precios de los combustibles, han perturbado la economía brasileña al cerrar las carreteras en los últimos años.

Algunos de los manifestantes han pedido la intervención militar para mantener a Bolsonaro en el poder.