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Probablemente, Carlos Wiesse sea el reflejo de lo que significa impunidad en nuestro país. Pues este sujeto no solo cometió un intento de homicidio la noche del último sábado 27 de mayo al disparar siete veces contra la puerta de su vecino en San Isidro, sino que encima se reveló una serie de delitos en su contra. 

Primero, el abogado de profesión portaba un arma de fuego, pese a contar con la licencia cancelada y de haber procedido con el internamiento de la misma. Seguidamente, se pudo conocer que igualmente cuenta con la licencia de conducir vencida; sin embargo, eso poco o nada le importó y continuó manejando su vehículo, poniendo en riesgo la vida de miles de ciudadanos. 

Asimismo, en abril de 2020 y en medio de la pandemia, Carlos Wiesse, y en aparente estado de ebriedad, no dudó ni un segundo en propalar ataques racistas contra un grupo de policías que cuidaban las calles durante el estado de emergencia. 

“Qué ch… me vas a cuidar tú, cholo de m… Yo me cuido solo, ¡yo!”, exclamaba el individuo en aquella oportunidad desde su balcón. Este hecho fue registrado por uno de sus vecinos.

Tan solo tres meses después de aquel acto, la misma policía a la que agredió con calificativos repudiables le agradecía por una disertación. Él, además, ofrecía consultoría legal a la institución de forma recurrente, tal y como mostraba a través de sus redes sociales. 

De igual modo, la Dirección Antidrogas de la PNP es otra de las divisiones policiales a las que también capacitaba en asuntos legales. Allí presumía el grado de confianza que tenía con los comandantes mediante diversas postales que luego las divulgaba.