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La tarde del último martes 27 de diciembre, una lluvia torrencial en compañía de una intensa granizada sorprendió a las y los huancaínos. Lo que en un primer momento generó asombró, con el pasar de las horas se convertía en una amenaza para la población.

¿La razón? El fenómeno meteorológico comenzó a dificultar el tránsito de los vehículos, paralizándolos por momentos y generando un riesgo, a su vez, a los propios transeúntes. Increíblemente, en cuestión de minutos, todas las avenidas y plazas se cubrieron de blanco.

Tras 30 minutos, la granizada cesó, pero continuó la lluvia, lo cual perjudicó aún más los drenajes pluviales que colapsaron y, en muchos casos, se afectaron los desagües domiciliarios. De igual forma, el servicio de energía eléctrica se vio perjudicado.

Por otro lado, miembros de las distintas compañías de bomberos y agentes de la Policía Nacional acudieron a varias emergencias debido a la acumulación de granizo, que terminó inundando diversos predios en diferentes puntos de la Ciudad Incontrastable.

Sin embargo, pese a lo mencionado, esto no fue impedimento para que niños y jóvenes llenaran las plazas y jueguen con el hielo, tratando de formar hombres de nieves y otras figuras.