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El excandidato a la Municipalidad de Lima, exministro del Interior y militar en retiro, Daniel Urresti, fue condenado a 12 años de prisión por ser hallado culpable del asesinato del periodista Hugo Bustíos, ocurrido en Huanta en 1988.

La decisión fue adoptada por la Tercera Sala Penal Superior Nacional Liquidadora Transitoria del Poder Judicial. A Daniel Urresti se le condenó como coautor de los delitos contra la vida, el cuerpo y la salud, en la modalidad de asesinato, en agravio del mencionado hombre de prensa.

De acuerdo a la hipótesis fiscal, el exministro conocía que había una orden para que el periodista Hugo Bustíos fuera asesinado, por lo que se dispuso un operativo para acabar con su vida.

Al momento en el que fue leída la sentencia, su defensa legal anunció que presentará un recurso de apelación.

El asesinato de Hugo Bustíos

La mañana del crimen, el sábado 24 de noviembre de 1988, Hugo Bustíos salió de su casa con el objetivo de investigar el asesinato de dos personas, ocurrido horas antes en la zona de Erapata por acción del grupo terrorista Sendero Luminoso.

Hugo Bustíos, corresponsal de la revista Caretas, iba acompañado por su colega Eduardo Rojas Arce. Al llegar a Erapata, ambos quisieron tomar fotos de los cuerpos de las víctimas, pero una patrulla militar se los impidió y les exigió pedir una orden en el cuartel de Castropampa.

Es así que los reporteros se dirigieron al cuartel. La viuda de Hugo Bustíos, que se les había unido para esta diligencia, indicó que el jefe de la base, Víctor La Vera Hernández, se llevó a un lado al periodista para comentarle que un terrorista recién capturado lo había sindicado como miembro de Sendero Luminoso.

En ese momento, un camión portatropas salió del cuartel con cuatro militares vestidos con polos blancos. La Fiscalía estableció que en ese camión militar iba Daniel Urresti, entonces Jefe de la Unidad de Inteligencia de la base. Un testigo militar confirmó esa versión.

Cuando los reporteros volvieron a Erapata fueron recibidos a balazos. Hugo Bustíos cayó, pero alcanzó a pedirle a su compañero que escapara. Dos testigos vieron la escena, mientras que otros tres escucharon a la distancia el estallido del explosivo que un atacante arrojó sobre el periodista.