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El Estado peruano, en cumplimiento de una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), pidió perdón a Azul Rojas Quispe, mujer trans que en 2008 fue víctima de tortura y abuso sexual por parte de policías en Ascope, La Libertad.

En la ceremonia estuvo presente Rojas Quispe, su familia y el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Félix Chero. Asimismo, asistieron la ministra de la Mujer, Claudia Dávila, la fiscal de la Nación Patricia Benavides, entre otros actores políticos y judiciales.

«Ya me cansé de buscar culpables. Sonrío porque es mi mejor arma para conseguir lo que quiero, sonrío porque mi corazón sigue siendo sincero y transparente y porque, simplemente, me merezco ser feliz», expresó Rojas durante su participación.

Por su parte, el ministro Chero ratificó las disculpas a la mujer trans por la violación de sus derechos. Además, anunció la conformación de un equipo técnico para elaborar el protocolo de investigación y administración de justicia durante los procesos penales para casos de personas LGTBI.

En tanto, un representante de la Policía Nacional expresó sus disculpas en representación de dicha institución. «Lamentamos profundamente los hechos en contra de Azul Rojas y de su señora madre, Juana Rojas, y reafirmamos nuestro compromiso de trabajar contra todas las formas de discriminación y violencia contra las personas LGBTI+», indicó.

EL CASO

En febrero de 2008, efectivos de la comisaría de Casa Grande, en Ascope, detuvieron a Azul Rojas sin motivo alguno. De acuerdo a la Corte IDH, tras su traslado a la dependencia, fue «desnudada forzosamente, golpeada en varias oportunidades, torturada y violada».

Pese a la denuncia realizada ante la misma PNP, esta se archivó un año después. Sin embargo, la lucha de Rojas y su madre no quedó ahí, pues asistieron a instancias internacionales, las cuales acabaron dándoles la razón en 2020, obligando al Estado a proceder con la disculpa.