Se trata de la misma cárcel donde se registró un violento motín en septiembre, en medio de lo que el Gobierno ha calificado como una pugna entre bandas.
GUAYAQUIL, Ecuador, 13 nov (Reuters) -La Fiscalía de Ecuador dijo el sábado que al menos 68 presos fueron asesinados en un nuevo enfrentamiento en la misma prisión de Ecuador donde se registró un violento motín en septiembre, en medio de lo que el Gobierno ha caracterizado como una pugna entre bandas.
La Penitenciaría del Litoral, ubicada en la ciudad sureña de Guayaquil, se ha convertido en la cárcel más violenta luego de que 119 reclusos fueron asesinados a fines de septiembre, en el peor incidente penitenciario en la historia del país.
El gobierno dijo más temprano el sábado que 58 reos murieron en el motín. La fiscalía agregó que otros 25 presos fueron heridos y abrió una investigación sobre los hechos.
Decenas de personas se reunieron afuera de la prisión esperando información de sus seres queridos, de quien muchos dijeron no tener noticias desde la noche del viernes cuando comenzaron a escucharse disparos y denotaciones en su interior.
«Lo que está pasando allá adentro es censurable, la gente se mata y lo más triste es que no tienen conciencia», dijo Cristina Monserrat, de 58 años, cuyo hermano menor lleva un año preso. «Mi hermano está vivo, mi corazón me lo dicta».
El presidente Guillermo Lasso, quien en septiembre declaró un estado de emergencia de 60 días en el sistema penitenciario para liberar fondos y permitir controles con asistencia militar, debe hacer más para ayudar a los pobres, añadió Monserrat.
Este último disturbio fue provocado por un vacío de poder tras la liberación de un líder de una de las bandas la semana pasada, dijo el Gobernador de la provincia de Guayas, Pablo Arosemena, en una conferencia de prensa.
«El contexto de esta situación fue que no había cabecilla de la banda que tiene presencia en ese pabellón porque días atrás ese PPL (persona privada de libertad) había sido puesto en libertad porque, de acuerdo a un juez, le habían dado la libertad por cumplir el 60% de su condena», explicó.
«Otros pabellones con otras bandas pretendían doblegarlos, entrar, hacer una masacre total», añadió Arosemena.
Transmisiones en vivo en las redes sociales supuestamente de los presos los mostraban pidiendo ayuda para detener la violencia mientras sonaban disparos y explosiones en el fondo. Reuters no pudo verificar de forma independiente su origen.
Este es el último enfrentamiento de una ola de violentos disturbios en las cárceles del país sudamericano, que albergan a unos 39.000 detenidos, desde el asesinato en diciembre del 2020 del líder de la banda Los Choneros, meses después de su liberación.
Su muerte provocó un vacío de poder, según las autoridades en ese momento, ya que otras bandas menos conocidas intentaran tomar el control de las cárceles. Las rivalidades entre las pandillas están conectadas a supuestas alianzas con carteles internacionales del narcotráfico, según exfuncionarios.
Igualmente han dicho que un motín de febrero, que mató a 79 detenidos, fue en respuesta al asesinato del líder conocido como «Rasquiña». Otras 22 personas murieron en enfrentamientos en julio.
«Estamos luchando contra el narcotráfico, contra bandas delictivas que luchan entre ellos por un territorio dentro y fuera de la cárcel para distribuir la droga», agregó el gobernador Arosemena.
Un total de 11 personas fueron encontradas colgadas en la Penitenciaría en octubre, casos que según las autoridades podrían ser suicidios.
Lasso pidió el sábado a la Corte Constitucional que permita medidas para controlar aún más la situación dentro de las cárceles.
En las operaciones policiales desde la declaratoria del estado de excepción, especialmente en la Penitenciaría, han encontrado fusiles, granadas, armas punzantes, municiones, teléfonos celulares y droga.
«No se nada, lo que pedimos son respuestas», dijo Estefanía, quien se negó a dar su apellido, y explicó que su esposo está preso por un robo. «No sé si está vivo o muerto».
(Reporte de Alexandra Valencia en Quito y Yury García en Guayaquil. Escrita por Julia Symmes Cobb, editado por Gabriela Donoso)
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