En la misa por Viernes Santo, el Sumo Pontífice decidió orar de esa particular manera.
Este viernes 10 de abril no es un día cualquiera, ya que es Viernes Santos, es decir, se recuerda la crucifixión y muerte de Jesucristo. No obstante, la actual pandemia del coronavirus llevó al Papa Francisco a rezar postrado sobre el suelo.
Él eñaló en su misa que «ha bastado el ser más ínfimo elemento de la naturaleza, un virus, para demostrarnos que somos mortales, que la potencia militar ni la tecnología bastan para salvarnos. Dios es aliado nuestro, no del virus».
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