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Dos jóvenes universitarios que acudieron a una discoteca en Lince denunciaron a dos mujeres por haberlos pepeado y robarles sus pertenencias. Las víctimas conocieron a ambas féminas dentro del establecimiento y continuaron con la fiesta en el departamento de uno de los jóvenes.

«Una vez llegamos al departamento a las cinco de la mañana, empezamos a tomar durante media hora, todavía conscientes, ron con Coca Cola. Sin embargo, no nos dimos cuenta que en ese momento nos dieron una sustancia que nos hizo dormir toda la mañana», refirió uno de los afectados.

Las imágenes de las cámaras de seguridad del edificio, ubicado en Jesús María, muestra a ambas delincuentes salir del inmueble cargando una serie de objetos tecnológicos hurtados a sus víctimas. Todos estarían valorizados en más de 25.000 dólares.

«Se llevaron dos Macbook Pro, dos celulares iPhone, otro celular Samsung, discos duros, USB, cosas valorizadas en 25.000 dólares y con mucha información valiosa e importante para nosotros, que consideramos porque no podemos continuar nuestro trabajo», indicó.

Asimismo, la víctima aseveró que su amigo se encontraba «bastante mal» y no podía ser reanimado, por lo que no pudo acompañarlo a realizar la denuncia. En casi tres horas, las mujeres robaron todos los objetos de valor del departamento, mientras que las víctimas seguían inconscientes en la sala.            

Ambos afectados esperan recuperar los archivos y proyectos que guardaban en las computadoras. En tanto, reconocieron que su error fue llevar extraños al departamento, por lo que solo aguardan la devolución de los documentos para seguir con sus labores universitarias. 

JOVEN ESTAFA CON MÁS DE S/ 150 MIL

De forma similar a Pamela Cabanillas, quien vendió entradas falsas para el concierto de Daddy Yankee, Keren Areli Bocanegra Bustamante no dudó en hacer lo propio y estafar a una decena de sus amistades y allegados con fuertes sumas de dinero usando el cuento de la venta de huevos.

La joven de 24 años captó a los incautos en redes sociales, entre ellos amigos del colegio e iglesia a la que ella acudía. Alegaba que había emprendido un negocio con la venta de huevos y, para hacer más creíble su testimonio, mandaba fotografías de la supuesta mercadería y efectivo que obtenía tras las presuntas ventas.