Y al tercer día, Gamarra reabrió sus puertas. El inicio del día en el emporio fue accidentado, pues algunas personas intentaron ingresar por la fuerza, sin mostrar sus documentos ante la PNP.
La exigencia de documentos molestó a algunas personas que, al no contar con ellos, no pudieron ingresar a su puesto de trabajo. Durante la hora del almuerzo algunos ambulantes intentaron operar en la zona.
Más de 300 serenos y fiscalizadores permanecen en Gamarra, mientras que mil efectivos de la PNP resguardan el lugar. Los ambulantes que intenten vender mercadería deberán pagar una multa que asciende a media UIT.
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