El sacerdote Miguel Montes, de la parroquia Cristo Resucitado de Villa El Salvador, resultó con el tabique fracturado tras ser agredido por una turba.
«Fui a decirles que bajen la música, que paren con la fiesta. Hacen fiestas de sábado para domingo, de las 4 de la tarde hasta las 6 de la mañana del día siguiente», señaló el cura.
El padre Miguel cuenta que fue a encararlos en representación de los vecinos de la zona, quienes están hartos de las fiestas ‘chicha’ que se realizan en esta losa deportiva.
Los vecinos culpan de la situación a la municipalidad de Villa El Salvador. «Esto es tierra de nadie», comentó uno de los residentes de la zona.
Por su parte -y pese a la agresión que sufrió-, el padre dice que seguirá luchando por rescatar a los jóvenes y niños de este ambiente donde cunde la violencia.
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