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Peritos del Ministerio Público, entre médicos, odontólogos, antropólogos y forenses -en total más de 50 profesionales- trabajaron por más de 15 horas para lograr identificar a los 17 cadávares, víctimas del bus siniestrado el pasado domingo en un exterminal de Fiori. 

La ficha post mortem resulta ser fundamental y es el primer paso para la identificación de los cadáveres. En ella se brindan datos importantes pues en estos casos, donde los cuerpos se encuentran quemados, los familiares buscan indentificar a las víctimas lo más pronto posible. 

Las características consignadas en esta ficha son cotejadas con las placas radiográficas que se realizan a los cadáveres, estas sirven para determinar, por la forma y condiciones de los huesos, la edad y el sexo de las víctimas. Del mismo modo, la dactiloscopia, es decir: el estudio de las huellas digitales, es usado para la identificación. En el caso de que las huellas se han perdido por el fuego, los dedos son rehidratados para su construcción. 

Asimismo, la disposición de los dientes es único en cada ser humano y el odontograma permite una comparación. Con este procedimiento 12 víctimas fueron identificadas. Mientras que con la antropometría -el estudio de las proporciones y medidas del cuerpo- se permitió identificar 3 cadáveres y también gracias a los datos brindados por los familiares en la entrevista premortem. 

La prueba de ADN es el último procedimiento, pero esta puede ser revelada un mes después. Al tratarse de un caso extraordinario, los biólogos también realizaron esta prueba tomando muestras de sangre durante la necropsia. El arduo trabajo del Ministerio Público permitió revelar la identidad de todos los cadávares para que así sus familiares puedan, por fin, darle el último adiós.

 

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