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El expresidente Pedro Castillo cumple su detención en la sede de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales (Diroes). Desde el 7 de diciembre, el exmandatario se encuentra recluido por intentar un golpe de Estado mediante el cierre del Congreso.

Hasta este lugar han llegado familiares, congresistas, prefectos y hasta embajadores, con el fin de dialogar con el exmandatario durante su reclusión. Si bien Castillo afirmó estar «incomunicado» en sus cartas, las más de 150 visitas desmontan dicha versión.

Latina Noticias accedió al reporte que se registró en la Diroes hasta el viernes 16 de diciembre, un día antes de su traslado al penal de Barbadillo. En la lista, aparece como una de las más concurridas visitantes la expresidenta del Consejo de Ministros, Betssy Chávez.

También figuran repetidas veces los congresistas Hamlet Echevarría y Pasión Dávila. Este último, quien recientemente protagonizó un vergonzoso incidente en el Pleno, afirmó que el exdignatario no se encontraba en un espacio con las condiciones adecuadas.

«No está en las buenas condiciones, yo ingresé casi 10 de la mañana. Recién estaba probando el sorbo de su desayuno. Incluso, en el lugar donde está, totalmente deprimido. Eso no es correcto, por eso hago conocer a la población», sostuvo Dávila.

MÁS FUNCIONARIOS

Otras congresistas que lo visitaron más recientemente fueron Isabel Cortez (Juntos por el Perú) y Francis Paredes (Perú Libre). Como ellas, la prefecta de Lima, Yalina Huamaní, también ha acudido al menos en dos ocasiones a dialogar con Castillo.

Los embajadores de México, país donde Castillo requirió asilo, y Bolivia también se encuentran registrados. Entre sus familiares, su sobrina Vilma Vásquez Castillo lo visita frecuentemente y le lleva sus alimentos. Sin embargo, quienes no aparecen son su esposa, Lilia Paredes, y sus hijos.