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Julia Hermitaño es la madre de un menor de 15 de años, quien falleció dentro de las inmediaciones de la comisaría de Santa Elizabeth el pasado 2 de abril. La mujer denuncia que su hijo no fue auxiliado por los efectivos de esta dependencia policial tras sufrir un accidente de tránsito.

Según su versión, el menor salió de casa a buscar medicinas para su padre manejando una mototaxi sin que sus progenitores se percaten. Al llegar al cruce de las avenidas Canto Bello con Canto Grande, en San Juan de Lurigancho, impacta con el vehículo de Ruperto Franco Canayo, saliendo despedido del vehículo e impactando en el suelo.

Tras el accidente, los agentes PNP llegaron a la escena a bordo de un patrullero, al que posteriormente fue subida la víctima por otro conductor de mototaxi. Sin embargo, pese a estar en estado grave, la patrulla se mantuvo en la escena por 40 minutos.

En algún momento, el menor salió del patrullero para vomitar, tras lo cual fue enmarrocado y llevado hasta la comisaría, a donde llegó su madre. Ella relata que encontró a su hijo inconsciente y enmarrocado; pero los policías solo atinaron a decirle que «arregle» con Franco Canayo.

Posteriormente, Hermitaño afirma que su hijo ya no tenía pulso, por lo que fue trasladado hasta el Hospital de San Juan de Lurigancho, donde llegó cadáver. La necropsia determinó que el menor falleció por una hemorragia cerebral.

La versión policial

Según el acta policial, habría sido el menor quien causó el accidente vehicular. Asimismo, mencionan que se encontraba en estado de ebriedad. Respecto a la madre, señalan que ella golpeó en la cabeza al menor y que este, de forma repentina, empezó a quejarse de dolor y se desvaneció.

«Pensaría que lo han adulterado para favorecer a la otra parte. Lo que vamos hacer ahora es desarchivar el expediente. Luego, vamos a ampliar la investigación para que quienes resulten responsables sean denunciados por homicidio», aseveró Mario Arribas, abogado de la familia de la víctima.