Luego de 22 meses, desde este lunes 31 de enero ya no habrá restricciones en la movilización de personas en todo el país, una medida que ha recibido críticas de un sector importante de la población por su poca eficacia en evitar la propagación del coronavirus.
Sin embargo, en el último fin de semana con el toque de queda vigente, varios establecimientos en distritos de Lima y el sur chico atendieron en pleno horario de inmovilización y sin respetar los aforos, de acuerdo a un reportaje de Punto Final.
Discotecas y locales en diferentes puntos de la capital, como el Centro de Lima, Miraflores o el Cono Norte, contrataron orquestas y albergaron a varios jóvenes, a quienes poco pareció importarles que en el país todavía se registren altos índices de contagios e incremento de muertes a raíz de la COVID-19.
Similar escenario ocurrió en centros nocturnos de playas como Punta Negra, Punta Hermosa y El Silencio, una situación que hizo recordar a los meses antes de la pandemia. Las cámaras también lograron captar el poco interés de la Policía y el Serenazgo por acabar con las aglomeraciones.
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