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Ser empresario en nuestro país tiene un costo muy alto. Jordi Picón Andrade, conocido como ‘El rey de las zapatillas‘, fue extorsionado luego de que se conociera que auspició un concierto de Sergio Romero, más conocido como ‘Chechito‘. Este se negó a pagar el cupo y días después le detonaron una granada y dispararon varias veces contra la fachada de su local. Sin embargo, si no accede a este chantaje, los criminales aseguraron que van a acabar con sus sueños quemando su empresa.

AMENAZA LATENTE

«Con mi esposa venimos trabajando por más de 10 años. Nuestros comienzos fueron muy difíciles. Vendía en la calle y ahora nos mudamos a un local. (…) Nos dejaron unos mensajes de texto y hasta hemos recibido llamadas por Whatsapp para pedirnos dinero con la intención de que nos dejen trabajar, pero no accedimos«, señaló a Reporte Semanal. Aquella noche que un sujeto disparó contra el local, la esposa del emprendedor pensó lo peor. «Escuché de cuatro a cinco balazos y mi primera impresión fue pensar en mi hijo», precisó.

Pese a este momento dramático que atraviesan estos emprendedores, ellos creen en el actuar policial para dar con el paradero de los integrantes de la banda delictiva «Los destructores de Huánuco«. Se sabe que está integrada por delincuentes peruanos y venezolanos, estos últimos forman parte de una facción del ‘Tren de Aragua’. Los atentados se incrementaron luego de que ‘Chechito’ llegase a la tienda.

«Chechito escúchame, te hablan de ‘Los destructores de Huánuco’. Te voy a dar una oportunidad para que te reivindiques, ‘compare’, a la firme. De mi pueblo no te vas a llevar la plata a Lima. Vas a ver a ‘Yolu’ cómo lo destrozó hoy día», se escucha en uno de los videos enviados por los criminales.

¿CUÁNTO LE PIDEN AL EMPRESARIO?

En una entrevista para Reporte Semanal, el emprendedor dijo que los delincuentes exigieron una fuerte cantidad de dinero para que los dejen trabajan. Tras el trabajo policial, se sabe que la paz de los empresarios supera los S/ 30 mil. «Creo en la madre ley, en la Policía», dijo Jordi Picón.