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Ante la indignación generada por el creciente número de actos delincuenciales, los vecinos están tomando medidas con sus propias manos. Solo en la última semana se registraron varios casos en los que enfurecidos ciudadanos capturaron a distintos malhechores “con las manos en la masa”.

Uno de estos delincuentes atacó a una mujer embarazada. Otro, un tendero, intentó esconderse en el garage de una vivienda. Y un tercer ladrón, en San Martín de Porres, se había convertido en el terror de los hostales, ya que se hospedaba en ellos solo para robarse los televisores. Estos tres se salvaron por muy poco de ser linchados.