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Los líos judiciales de César Hinostroza empezaron en julio con la divulgación de los llamados «audios de la verguenza». En uno de ellos se escucha al ahora prófugo exjuez ofrecer la reducción o anulación de una pena a un procesado por violación. Ese fue el inicio de su caída.

Fue el ocho de julio de este año, que escucharíamos el primer audio de la corrupción que vinculaba a César Hinostroza ese empezó lo que sería una tormenta que obligaría al exvocal supremo a fugar del país.

Su voz se escuchaba en un audio, en el que negociaba, supuestamente reducir la pena para un violador de una menor de 11 años. Aquella vez el ex juez supremo, salió, en conferencia de prensa a defender su honor. Decía tener 35 años de trayectoria que lo habían llevado a estar en la posición en la que se encontraba.

Otro audio, el de la ‘Señora K’, complicaría aún más su situación. Haciendo presumir una reunión con Keiko Fujimori. Luego de estos audios, empezaron a salir más. Esto lo llevó a su destitución como vocal supremo. Tiempo después, fue citado, por la Fiscalía, para que declarara sus supuestos vínculos Keiko Fujimori, investigada por lavado de activos.

Declaraba a la prensa confiado en su inocencia. Desde ahí no volvió a hablar en ningún medio y si situación se complicó aún más. Hinostroza fue impedido de salir del país. Después de la medida, fue citado ante la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, y mes después lo escucharíamos ante el Pleno: «que ruede mi cabeza, sangre quieren sangre. Están pidiendo mi cabeza».

Luego de su presentación el Congreso decidió destituirlo y acusarlo de, presuntamente, pertenecer a la organización criminal «Los cuellos blancos del puerto». Después de tres días de esta presentación, Hinostroza fugó. La acusación constitucional en su contra llegó a la Fiscalía 12 días después, por lo que recién este miércoles el Ministerio Público solicitó su detención preliminar.

 

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