Muestras radiológicas evidencian que la agresividad y la evolución de la enfermedad se manifiesta cada vez más en pacientes en esta segunda ola.
El efecto del coronavirus en los pulmones, en una primera fase, que es el periodo de incubación, presenta síntomas que pueden ser casi imperceptibles. Sin embargo el proceso inflamatorio que es resultado del mecanismo de defensa de nuestro organismo continúa en aumento progresivo, explicó el Dr. Álvaro Bejarano, neumólogo que trabaja en el Área Covid del hospital Edgardo Rebagliati.
Mediante muestras detalla que cuando el coronavirus llega al pulmón, las células inflamatorias destruyen parte de sus tejidos. Las imágenes radiológicas las muestran como telas semitransparentes que van cubriendo este órgano vital parcialmente.
En la segunda fase que comprende del tercer al quinto día, se evidencia la complicación de los síntomas: tos persistente, falta de aire, agotamiento, pérdida de los sentidos del gusto y el olfato, fiebre y dolores musculares.
La progresión tomográfica de los pulmones, muestra mayor densidad en las lesiones inflamatorias. Cabe destacar que el avance del virus y la afectación pulmonar o colapso de estos órganos, dependerá de la edad del paciente, sus enfermedades pre existentes, y la capacidad de su sistema inmunológico.
Del quinto al séptimo día, el proceso inflamatorio ha destruido las células del alveolo pulmonar. Unas bolsas diminutas ubicadas en el extremo de los bronquiolos, dentro del pulmón, en donde se produce el intercambio de oxígeno y el dióxido de carbono, en el acto mismo de la respiración. Su membrana permeable y delgada se hace más gruesa y pierde su función de oxigenación.
Es entonces que en la segunda semana, se incrementa el riesgo de hospitalización e intubación del paciente. Entonces, el proceso inflamatorio ya se aprecia como un vidrio opaco.
Durante la segunda ola, se ha observado en los exámenes radiológicos, pulmones que en solo 4 días fueron tomados rápidamente por el virus, afectados casi en su totalidad. Pero debemos precisar que la capacidad de recuperación del órgano es muy variable, pues hay pacientes que han podido superar el colapso de casi el 100 por ciento de sus pulmones, como quienes en un 50 por ciento no lo lograron. También influye la carga viral al contagiarse en espacios abiertos o cerrados y la mutación o variante del virus.
El avance del virus a través del sistema respiratorio del paciente genera diferentes síntomas que deben ser identificados rápidamente por los especialistas en neumología.
De todas formas la prevención siempre será la mejor arma. Los especialistas de EsSalud insisten en el lavado de manos, distanciamiento social, uso adecuado de mascarillas y equipos de protección personal.
Te puede interesar:
También te puede interesar