Latinanoticias.pe

Por Marco Zanelli Berríos

Un 38.4% de niños y adolescentes, entre los 6 y 13 años, padecen de sobrepeso y obesidad, según recoge un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés). Esta cifra, elaborada por el Instituto Nacional de Salud (INS) entre 2017 y 2018, podría haberse elevado, reconoció una representante del mencionado organismo del Ministerio de Salud (Minsa).

«Así como ha subido la anemia tras la pandemia, podemos pensar que ha sucedido lo mismo con el sobrepeso y la obesidad infantil», dijo Lady Laura Pillaca, nutricionista del Centro Nacional de Alimentación, Nutrición y Vida Saludable (Cenan), órgano del INS. Una de las razones, según Jessica Huamán, decana del Consejo Regional de Lima Metropolitana de Colegio de Nutricionistas del Perú, sería la «inseguridad alimentaria» que hoy se vive en el Perú.

En 2022, precisamente la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) reportó que, tras la pandemia, 16.6 millones de peruanos y peruanas viven en inseguridad alimentaria. Esa situación, explicó Huamán, llevó a que los ciudadanos busquen proveerse de «productos ultraprocesados que pueden costar más baratos» frente al alza de «alimentos saludables» provocada por la inflación.

La decana precisó que el Perú ocupa el primer lugar de los países de Sudamérica que «consumen mayor cantidad de productos ultraprocesados». «Eso se ha expuesto en informes y fue antes de la pandemia. Después, se ha podido incrementar», advirtió. A esto se suma la falta de actividad física entre los niños y adolescentes durante el confinamiento social obligatorio generado por la crisis sanitaria.

Así, cabe preguntarse: ¿qué tareas están pendientes por parte del Estado para descender la curva de crecimiento de los niveles de obesidad infantil y adolescente? ¿Cuáles deberían ser los temas en agenda para luchar contra este padecimiento que ya afecta al 62 % de la población peruana mayor de 15 años?

EL IMPUESTO SELECTIVO A LOS ALIMENTOS PROCESADOS

Entre las recomendaciones que brinda el informe de la Unicef para luchar contra la obesidad infantil y adolescente, resalta el incremento del impuesto selectivo al consumo (ISC) sobre las bebidas industrializadas azucaradas, la ampliación para bebidas edulcorantes y alimentos con octógonos, y la creación de uno para alimentos procesados y fórmulas de leche materna.

De acuerdo con Pillaca, hay dos áreas del Minsa trabajando en este marco normativo, pues hay «evidencia de que sí resulta cuando se consignan impuestos selectivos a estos alimentos ultraprocesados», que representan «un factor de riesgo para el sobrepeso y la obesidad». «La Unidad Funcional de Alimentación y Nutrición y la Dirección de Promoción de la Salud están viendo estos temas», dijo.

La nutricionista del Cenan también coincidió con Unicef al señalar que se debe examinar el problema tomando en cuenta el ambiente obesogénico, que en palabras del organismo de las Naciones Unidas involucra los «factores maternos, pre y perinatales, la ingesta dietética, la actividad física, la exposición a publicidad, el sueño, el consumo de agua bebible», entre otros.

UNA LEY SIN EJECUCIÓN AL 100%

Si la inseguridad alimentaria podría haber elevado los índices de obesidad y sobrepeso en niños, niñas y adolescentes, ¿haría falta, entonces, contar con medidas diseñadas para un nuevo escenario? «Como no contamos con data (actualizada), no podríamos decir eso, pero lo importante es que se siga implementando lo que ya tenemos», señaló Pillaca.

Lo que se tiene, hasta el momento, es la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable para Niños, Niñas y Adolescentes —Nº 30021—, formulada para proteger el derecho a la salud pública y al crecimiento y desarrollo adecuado de las personas. Sin embargo, para Jessica Huamán, a más de cinco años de su creación, la norma no ha sido implementada al 100%.

«Lamentablemente, esta ley hasta el momento no se ha ejecutado en su totalidad, porque habla de la regulación de publicidad de productos ultraprocesados, evitar la venta de estos productos alrededor de los colegios, cosa que hasta el momento no se ha hecho», indicó la decana. Agregó que otro tema en agenda debe ser la inclusión de octógonos en los envases de las fórmulas lácteas.

TRABAJO MULTISECTORIAL PENDIENTE

No solo depende del Minsa la lucha contra la obesidad infantil y adolescente. También de distintas entidades del Estado, entre los cuales se cuentan ministerios como los de Educación, Desarrollo e Inclusión Social, Economía y Finanzas, además del Indecopi, el Congreso, los gobiernos regionales y locales, etcétera. Se trata de un trabajo intersectorial al que le falta reforzarse.

Si bien la Ley N° 30021 ya establece una Comisión Multisectorial, responsable de elaborar un reglamento para eliminar las grasas trans en los alimentos y bebidas no alcohólicas procesados industrialmente, la nutricionista del Cenan consideró que sus miembros «deberían tener una mayor frecuencia de reuniones» para implementar las disposiciones todavía pendientes.

Por su parte, la decana opinó que las municipalidades deberían involucrarse en el tema, haciendo cumplir sus normas. «A nivel metropolitano, tenemos la ordenanza N° 2366, que prohíbe la venta de productos ultraprocesados alrededor de los colegios, pero esto hasta el momento no se ejecuta», manifestó. Y alertó sobre la necesidad de contar con nutricionistas en las escuelas.

«Al Minsa le corresponde poner los lineamientos técnicos», argumentó por su parte Pillaca. «Es fundamental desde el Minedu que se pueda mejorar la currícula educativa donde se incorpore contenidos en alimentación y nutrición saludable. Es una oportunidad trabajar en ese entorno», concluyó.