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Al menos 88 agentes son investigados por el mismo motivo por el que ahora el suboficial Elvis Miranda se encuentra cumpliendo 7 meses de prisión preventiva. 

Él abatió al sujeto durante una persecución y enfrentamiento con delicuentes. Miranda realizó disparos disuasivos para detener a Juan Carlos Ramírez (delicuente abatido) y sus cómplices, quienes intentaban huir con las pertenencias y dinero que había robado minutos antes. 

Miranda y su familia siguen sin entender cómo velar por la seguridad ciudadana lo llevó a la cárcel. La misma pregunta se hicieron tres policías en 2016: Cristian Ramos Campos, Harold Palomino Riva y Miguel Vásquez Ariza, quienes fueron recluidos en el penal de Lurigancho por haber abatido a un prontuariado delicuente durante una balacera en el Callao. Obtuvieron prisión preventiva por cumplir con su trabajo, tres meses después salieron en libertad con comparecencia restringida. Finalmente se consiguió absolverlos del todo. 

Igual de indginante es el caso del suboficial Víctor Quispitongo Pérez. Este agente fue condenado a 6 años de prisión efectiva por matar a un delicuente en Chiclayo. Tras un enfrentamiento, el sujeto disparó y el policía respondió. El hecho ocurrió luego de que un grupo de vecinos denunciara que el delincuente y sus cómplices realizaban disparos a las viviendas. 

Según información de la Dirección de Defensa Legal de la Policía, a nivel nacional existen 88 casos de agentes investigados por abatir a delicuentes durante sus funciones, sea por frustrar asaltos a negocios, o evitar robo de pertenencias: por hacer lo que los ciudadanos esperan de la Policía Nacional.

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