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A través de un aviso a la sala Constitucional del Poder Judicial, el exmandatario Alberto Fujimori hizo su solicitud, argumentando que la anulación del indulto fue «totalmente injusta» y que se considera inocente. Conoce aquí los detalles de esta solicitud y la historia detrás de la anulación del indulto.

Fujimori, de 85 años, manifestó su deseo de que se restituya el indulto humanitario que le había permitido salir de prisión en 2017 debido a problemas de salud. El abogado de Fujimori, Elio Riera, expresó la esperanza de que su cliente sea liberado de inmediato, pero señaló que este es un proceso que debe ser evaluado por los jueces y aún no hay una decisión definitiva al respecto.

En su intervención, Fujimori reiteró su afirmación de inocencia, afirmando que se considera «totalmente inocente» de los cargos por los cuales fue condenado. Estos incluyen un supuesto secuestro agravado y su autoría mediata en los crímenes de La Cantuta y Barrios Altos durante su gobierno. Fujimori argumentó que su administración promovió el respeto a los derechos humanos, en contraste con décadas anteriores.

En relación al habeas corpus, Fujimori sostuvo que la anulación del indulto otorgado por PPK fue «injusta» y que su salud se ha deteriorado desde entonces. Alegó que padece fibrosis pulmonar y se ha vuelto dependiente de oxígeno durante la noche. También mencionó un episodio de palpitaciones y opresión en el pecho en agosto de 2021, que requirió su evacuación a un hospital de EsSalud.

La anulación del indulto humanitario a Fujimori se produjo en base a la argumentación de la Corte Suprema. Según el tribunal, los delitos por los cuales Fujimori fue condenado, que incluyen violaciones a los derechos humanos, se consideran crímenes contra la humanidad según el Derecho Penal Internacional. Bajo estas circunstancias, la Corte Suprema dictaminó que Fujimori no podía beneficiarse de un indulto humanitario, y revirtió la gracia presidencial otorgada por Kuczynski.

El expresidente indicó que este proceso no solo trata sobre su inocencia, sino también sobre la validez y sustentabilidad del indulto original y cómo sus enfermedades han empeorado con el tiempo.

Por otro lado, el procurador público del Poder Judicial, Carlos Enrique Peláez Camacho, solicitó a la Tercera Sala Constitucional de Lima que confirme la sentencia en primera instancia que declaró improcedente la solicitud de habeas corpus de Fujimori. Peláez argumentó que el caso aún no ha sido resuelto por el Tribunal Constitucional, ya que hay escritos pendientes de decisión por parte de los magistrados. Esto se centra en la competencia del Poder Judicial para resolver el caso mientras el TC aún está pendiente de tomar una decisión.

Tras escuchar los argumentos de ambas partes, la Tercera Sala Constitucional de Lima dejó la demanda de hábeas corpus de Fujimori al voto. El caso sigue siendo un tema legal y político de gran importancia en en nuestro país.

La solicitud de Fujimori y su reaparición pública han generado un debate. Por un lado, existe la opinión de que el exmandatario debería ser liberado en virtud del indulto humanitario previamente otorgado. Sin embargo, hay quienes argumentan que los delitos por los cuales fue condenado son tan graves que no debe beneficiarse de un indulto.

Además, se han planteado preguntas sobre si la liberación de Fujimori tendría implicaciones políticas significativas. La Corte Interamericana de Derechos Humanos se ha pronunciado anteriormente sobre el tema de los indultos en casos de derechos humanos y ha sostenido que no deberían utilizarse para absolver a personas condenadas por crímenes graves.