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El Perú espera con entusiasmo la inauguración del nuevo aeropuerto Jorge Chávez, que contará con una pista moderna, una nueva torre de control y un terminal tres veces más grande que el actual. Sin embargo, los problemas de tráfico en sus alrededores ya generan preocupación, especialmente por el cambio de acceso de la avenida Faucett a la avenida Morales Duárez.

Actualmente, los vehículos que circulan por Morales Duárez enfrentan largas filas y atascos interminables. “Hoy me tomó 45 minutos pasar por aquí, y cuando trasladen todo el tráfico va a ser peor, más de una hora seguro”, comenta un conductor. La situación es crítica incluso fuera de las horas pico, y los viajeros ya comienzan a sufrir las consecuencias. Un equipo de Latina Noticias fue testigo de cómo dos pasajeros, desesperados por no perder su vuelo a Nueva York, dejaron su taxi y corrieron con maletas en mano hacia el aeropuerto.

Las vías en la zona están en pésimas condiciones. Muchos vehículos deben cruzar sobre tablas de metal mal colocadas y montículos de tierra, lo que hace que algunos patinen y derrapen al avanzar. En un intento por evitar los atascos, algunos conductores suben sus autos a la vereda, mientras otros simplemente apagan el motor y esperan sin saber cuánto tiempo estarán ahí. “Estoy parado acá hace una hora y media, ya no sé qué hacer. Mi pasajero se bajó y se fue caminando al aeropuerto”, cuenta resignado un taxista.

¿QUÉ SEÑALAN LAS AUTORIDADES?

El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) trabaja en intervenciones viales para aliviar la congestión, pero muchas obras siguen inconclusas y sin señalización adecuada. «Los vehículos podrían caer al río o chocar con las piedras porque no hay ninguna barrera», explica el reportero Harold Moreno desde el lugar. Un giro en U que prometía descongestionar la zona aún no se ha terminado, y un paso a desnivel proyectado para marzo de 2025 llegará tarde para la inauguración del terminal, prevista ahora para el 18 de diciembre de este año.

Mientras tanto, la realidad para los conductores sigue siendo desalentadora. Un hombre con un megáfono dirige el tráfico de manera improvisada a cambio de algunas monedas, pero esto apenas alivia el caos. «Uso el altavoz para que los carros se muevan más rápido, aunque sea a la izquierda», comenta. Sin embargo, incluso con esta «ayuda», los semáforos cambian una y otra vez sin que los vehículos puedan avanzar.

Desde la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (AETAI) han advertido que adelantar la inauguración del aeropuerto representa un riesgo. LAP, el concesionario encargado, había fijado la apertura para enero de 2025, pero decidió adelantarla al 18 de diciembre, lo que deja poco margen para solucionar los problemas de tráfico en Morales Duárez y sus alrededores.

Con el reloj corriendo y la fecha cada vez más cerca, los conductores siguen atrapados en largas filas, sin alternativas claras. “Va a ser un caos total cuando abran el aeropuerto. Si ahora estamos así, imagínate después”, concluye un conductor, resumiendo el sentimiento de frustración generalizado. Mientras tanto, los trabajos en la zona avanzan lentamente y el tránsito alrededor del aeropuerto sigue siendo un problema sin resolver.

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