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El Ministerio Público, través del Tercer Despacho de la Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Cusco, llevó a cabo diligencias en la sede de la Dirección de Desconcentrada de Cultura (DDC) de la mencionada región.

La medida tiene como propósito «recabar información sobre el presunto uso de máquinas, ambientes y personal de dicha entidad para la venta de boletos turísticos de ingreso a la ciudadela inca de Machu Picchu«, según detalló la Fiscalía en sus redes sociales.

Asimismo, en la diligencia participaron agentes de la Policía Anticorrupción de Cusco, y de la Unidad de Servicios Especiales (USE), que resguardaron los exteriores de la DDC.

Días atrás, la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, denunció la existencia de un «mercado negro» de boletos para el santuario Machu Picchu, que pretende evitar la instalación de una nueva plataforma para seguir aprovechándose del patrimonio mundial situado en Cusco.

Indicó que, según informe de la Contraloría General de la República, entre 70 mil y 80 mil personas no fueron contabilizadas por la web anterior como visitantes a la llaqta de Machu Picchu. Esto habría producido un desbalance de 7.5 millones de soles en 2023.

FUNCIONARIO DEL SISTEMA DE BOLETOS RESPONDE AL INFORME

Miguel Triveño, funcionario del área del Sistema del Boleto Electrónico Machu Picchu, es uno de los acusados en el informe de la Contraloría. A él se le sindica haber utilizado sus «facultades tecnológicas» para incrementar el número de boletos a la ciudadela incaica por día y ampliar la disponibilidad de estas entradas.

En entrevista con el programa «Buenas nuevas, malas nuevas», Triveño puntualizó que este documento no es una auditoría financiera, sino de gestión. «Yo no tengo la autoridad (para aumentar el número de boletos), solo veo la parte del sistema tecnológico. Quienes tienen la autoridad para hacer el incremento de aforo es el área usuaria, en este caso Machu Picchu», se defendió.

Seguidamente, señaló que en esta cadena de mando el área usuaria recibe la información o autorización de la alta dirección de la DDC de Cusco, que a su vez toma «autorización del Ministerio de Cultura (Mincul)». Actualmente, Triveño afirmó que aún continúa trabajando en la entidad cultural, pero ya no ve «el tema de boleto electrónico». «Estoy en temas dentro del área funcional de informática», indicó.

El funcionario aseguró, además, que «en la oficina de informática no hay nadie que tenga familiares trabajando para agencias (de turismo)». «Si la ministra (de Cultura) tiene ese dato, que lo denuncie y haga público», manifestó.

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