Los parroquianos fueron sometidos a un peculiar castigo, que incluyó ejercicios, por no cumplir con el aislamiento obligatorio.
En Tumbes la Policía intervino un burdel que funcionaba pese a la cuarentena decretada para frenar el avance del coronavirus en el Perú.
Los parroquianos recibieron un peculiar castigo por no cumplir la medida de aislamiento, el cual incluyó ejercicios y decir en voz alta frases de arrepentimiento. En el interior del local se encontró a varias mujeres y hasta un niño.
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