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Un nuevo estudio encontró una posible conexión entre la grasa abdominal visceral y el Alzheimer. La investigación, llevada a cabo por un equipo de investigadores de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, reveló que las personas entre 40 y 50 años con una cantidad más elevada de grasa abdominal visceral tienen una mayor cantidad de proteína beta-amiloide en una parte del cerebro que se cree que serán “uno de los primeros lugares en los que se presentará el alzheimer”. 

Las placas amiloides están compuestas por proteínas conocidas como beta-amiloides, que son tóxicas para las neuronas y están relacionadas con enfermedades como el Alzheimer .

LAS PLACAS BETA- AMILOIDEAS

Los investigadores analizaron inicialmente imágenes originales de los cerebros y vientres de 32 adultos, de entre 40 y 60 años. Se le realizó exploraciones PET a estos participantes, centrándose en las placas amiloides y los ovillos de tau que se acumulan en la enfermedad de Alzheimer.

Durante el desarrollo de la investigación, se incluyó a 20 participantes más y, a medida que se añadían personas al estudio, la información relevante acerca de la inflamación provocada por la grasa abdominal en las partes del cerebro que inicia el Alzheimer se convirtió en el foco de atención.

Con el fin de alcanzar los resultados, los expertos llevaron a cabo una evaluación de la correlación entre los volúmenes cerebrales, mediante la resonancia magnética, y la captación de amiloide y tau, así como la composición de los índices de masa corporal (IMC), la obesidad, la resistencia a la insulina y el tejido adiposo abdominal.

Después de hacer las pruebas, el equipo encontró que la mayor cantidad de grasa visceral y subcutánea se relacionaba con la mayor captación del trazador PET amiloide en la corteza precuneus, lo que tuvo un mayor impacto en los hombres.

Estos hallazgos sugieren que la grasa abdominal visceral puede desempeñar un papel importante en el desarrollo y progresión del Alzheimer. Aunque todavía se necesita más investigación para comprender completamente el mecanismo exacto detrás de esta relación, los resultados hasta ahora apuntan a la importancia de mantener un peso saludable y controlar la grasa abdominal visceral para reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad neurodegenerativa.