¿Cómo puedo cobrar el dinero de mi familiar fallecido si ahorró en el banco?

El fallecimiento de un familiar es una pérdida lamentable. Sin embargo, casi siempre hay una incógnita sobre qué pasará con su cuenta de ahorros. Bajo ese sentido, la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) juega un papel fundamental al regular el manejo de estos casos. Aquí te contamos qué papeles debes presentar y quiénes pueden hacer la solicitud.

Es esencial comprender que, en estos casos, el dinero no se convierte automáticamente en propiedad del banco. Eduardo Chávez, gerente legal de la Asociación Peruana de Empresas de Seguros (Apeseg), destaca que la transferencia de estos fondos recae en los familiares o herederos directos, como hijos, cónyuges o padres.

El procedimiento para reclamar los ahorros de un pariente fallecido implica la gestión de una sucesión intestada o declaratoria de herederos. En situaciones donde no existe un testamento, este documento se elabora ante un notario o en el Poder Judicial, se registra en entidades públicas y se presenta en la entidad financiera correspondiente. Eduardo Chávez señala que una vez presentada la declaratoria, los herederos legales pueden acceder a los ahorros que el fallecido mantenía en vida.

En caso haya un testamento, es crucial protocolizarlo en una notaría y posteriormente inscribirlo en registros públicos. Este enfoque legal, aunque pueda parecer complejo, se establece con el propósito de salvaguardar los derechos de los herederos, asegurando un acceso adecuado a los fondos.

Según el gerente legal destaca la importancia de seguir estos procedimientos con claridad y diligencia. Además, resalta que la liberación de los ahorros se realiza automáticamente a favor de los herederos legales una vez que se presenta la documentación requerida.

Por tal motivo, el proceso para reclamar los ahorros de un familiar fallecido implica la presentación de una sucesión intestada o declaratoria de herederos, dependiendo de la existencia de un testamento. Estos trámites buscan garantizar una distribución justa de los fondos y proteger los derechos de los herederos en un momento tan delicado como la pérdida de un ser querido.