Luna de Gusano: ¿Por qué se llama así?

La denominación «Luna de Gusano» evoca imágenes de renovación y transición en las tradiciones ancestrales. Este nombre, enraizado en el folclore antiguo, lleva consigo una rica historia que conecta a la humanidad con la naturaleza y sus ciclos estacionales.

Inicialmente, se pensaba que hacía alusión a los gusanos de tierra que emergen con la llegada de la primavera, marcando así el despertar de la vida vegetal y animal después del letargo invernal. Este fenómeno, donde los gusanos se arrastran a la superficie, actúa como un señuelo para los pájaros que buscan alimento, simbolizando el renacimiento y la renovación de la naturaleza.

Sin embargo, una investigación más profunda revela una perspectiva diferente sobre el origen del nombre. En el siglo XVIII, el Capitán Jonathan Carver, en sus encuentros con tribus nativas americanas, registró una interpretación alternativa. Según sus escritos, la denominación «Luna de Gusano» se refiere a las larvas de escarabajos, que emergen de su refugio invernal bajo la corteza de los árboles, con el deshielo de la primavera. Esta interpretación agrega una capa adicional de significado, mostrando cómo diferentes culturas perciben y nombran los fenómenos naturales de manera única.

La Luna llena de marzo, además de llevar el nombre de «Luna de Gusano», también es conocida por otros nombres que resaltan aspectos específicos de esta temporada de transición. La «Luna del águila» señala la reaparición de ciertas especies animales, simbolizando la renovación y el ciclo interconectado de la vida. Por otro lado, la denominación «Luna del viento fuerte» evoca la imagen de los días ventosos y turbulentos que acompañan la llegada de la primavera, recordando la fuerza y la energía del cambio estacional. Asimismo, la «Luna de ojos adoloridos» destaca los intensos rayos del sol que se reflejan en la nieve derretida al final del invierno, ofreciendo una metáfora visual de la transición gradual hacia la calidez y la luz primaveral.