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El juicio contra el futbolista brasileño Dani Alves por presunta agresión sexual comenzó en Barcelona el lunes, generando gran atención mediática. La Fiscalía busca nueve años de prisión, acusándolo de «agresión sexual con penetración» en un caso ocurrido en diciembre de 2022 en una discoteca de Barcelona. Alves, de 40 años, llegó al tribunal desde la prisión, donde ha estado recluido por más de un año.

Vestido con una camisa blanca y pantalones tejanos, Alves accedió a la sala por una puerta lateral, evitando la vista de los periodistas. El proceso, que se espera que dure hasta el miércoles, ha generado expectación, y el exjugador se sentó en la primera fila, solicitando que su declaración se realice al final del juicio. Alves defiende que las relaciones fueron consensuadas.

La acusación sostiene que Alves habría violado a una mujer en los baños de la discoteca Sutton de Barcelona poco después de regresar del Mundial de Catar en la noche del 30 al 31 de diciembre de 2022. La Fiscalía afirma que Alves, familiarizado con el lugar, invitó a la mujer y a sus acompañantes a una zona exclusiva donde ocurrieron los hechos.

Según la versión de la Fiscalía, Alves mostró una «actitud violenta», agredió a la mujer y la forzó a tener relaciones sexuales, a pesar de su resistencia. La víctima, que denunció los hechos el 2 de enero de 2023, sufre actualmente un «trastorno de estrés postraumático de intensidad globalmente elevada» y está en tratamiento, según el Ministerio Público.

El juicio, que está siendo seguido por la prensa, cuenta con la negativa de los magistrados a celebrarse a puerta cerrada, aunque la comparecencia de la mujer será totalmente reservada para proteger su identidad y evitar confrontación visual con el acusado.

Alves, que inicialmente negó conocer a la mujer, ha cambiado su versión varias veces, admitiendo finalmente que mantuvo relaciones con ella, aunque afirma que fueron consensuadas. La mujer mantiene su versión sin cambios. La posibilidad de un acuerdo entre las partes ha sido objeto de especulación, pero hasta el momento no se ha llegado a ningún pacto.

Desde el inicio del caso, ha habido rumores y filtraciones, incluyendo la publicación de un video con imágenes de la mujer en la cuenta de la madre de Alves en redes sociales, lo que fue denunciado por la abogada de la mujer. A finales de noviembre, la letrada negó un acuerdo con la defensa pero reconoció conversaciones.

Alves, exjugador del Barça y el PSG, estaba de vacaciones en Barcelona antes de reincorporarse a los Pumas de México después de participar en el Mundial de Catar, tras lo cual fue detenido e ingresado en prisión, y la entidad mexicana anunció su desvinculación del equipo. El juicio continuará desarrollándose hasta el miércoles, y se espera que arroje luz sobre los acontecimientos y determine la culpabilidad o inocencia de Dani Alves.

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