En un emocionante giro de eventos durante los Juegos Olímpicos París 2024, la atleta francesa Alice Finot no solo dejó su huella en la pista, sino también en el corazón de su pareja y de todos los presentes. Ella compitió en la prueba de los 3.000 metros con obstáculos, logró un tiempo récord de 8:58.67, estableciendo una nueva marca europea, pero lo que realmente capturó la atención del mundo fue su conmovedora propuesta de matrimonio al cruzar la meta.
Alice Finot, de 33 años, había planeado este momento especial con antelación. Su objetivo era claro: si lograba bajar de los nueve minutos en su carrera, aprovecharía la ocasión para pedirle matrimonio a su pareja, Bruno Martínez. Y así fue: tras cruzar la línea de llegada, Finot se dirigió a la zona donde Martínez la esperaba, celebrando su impresionante logro. Con una mezcla de emoción y nerviosismo, la atleta buscó entre su indumentaria y sacó un anillo con la frase «El amor está en París». Luego se arrodilló y le propuso matrimonio a su novio, quien aceptó con alegría.
Este gesto romántico no solo fue un momento inolvidable para la pareja, sino que también resonó profundamente entre los espectadores y seguidores del deporte. La propuesta de Alice Finot recordó a muchos que los Juegos Olímpicos no solo son una plataforma para demostrar habilidades atléticas, sino también para celebrar el amor y la humanidad.
Más allá del plano amoroso, Alice Finot expresó su satisfacción por haber alcanzado su objetivo deportivo. Aunque no logró subir al podio, su tiempo de 8:58.67 le permitió obtener el cuarto lugar, detrás de las atletas Winfred Mutile Yavi de Bahréin (oro), Peruth Chemutai de Uganda (plata) y Faith Cherotich de Kenia (bronce). Finot describió su carrera como «el sueño de su vida hecho realidad». A pesar de la presión y la competencia, logró mantener la concentración y correr una carrera a su medida.
La atleta francesa compartió que tenía escrito en su mano la frase «haz tu parte», un recordatorio personal para no dejarse llevar por la emoción del público ni por las competidoras que iban delante de ella. Su enfoque estaba en dar lo mejor de sí misma y alcanzar su mejor versión. Este logro no solo fue un testimonio de su dedicación y esfuerzo, sino también de su capacidad para soñar en grande y hacer realidad esos sueños.
El registro de Alice Finot en los 3.000 metros con obstáculos no solo fue un hito personal, sino también un momento histórico para el atletismo europeo. Su tiempo de 8:58.67 estableció un nuevo récord continental, destacando su talento y determinación. Este logro es especialmente significativo en el contexto de los Juegos Olímpicos, donde los atletas de todo el mundo compiten al más alto nivel.
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