El informe señala que el ídolo argentino sufría problemas cardiológicos, renales, hepáticos y pulmonares
La autopsia realizada al cuerpo de Diego Maradona reveló que el ídolo del fútbol no consumió drogas ni alcohol en los días previos a su muerte, pero indicó que sufría problemas cardiológicos, renales, hepáticos y pulmonares, informó la Justicia argentina en un comunicado.
El informe complementario sobre muestras de sangre y orina de Maradona, que falleció a los 60 años a fines de noviembre, fue realizado por la Policía Científica de Buenos Aires y entregado el martes a la Fiscalía que investiga la causa de la muerte del exfutbolista. «En el día de la fecha se recibieron las actuaciones vinculadas a los estudios complementarios (toxicológico, histopatológico) cuya conclusión ratifica las conclusiones del informe de autopsia oportunamente recibido», indicó la fiscalía general de San Isidro en el comunicado.
El informe «químico» de la fiscalía indicó la existencia de siete psicofármacos y medicamentos para tratar la depresión, la ansiedad y algunas adicciones, pero «no se encontró la presencia de drogas de abuso», explicó una fuente de la Justicia a la agencia Reuters.
En la muestra de sangre la autopsia «detectó la presencia de levetiracetam y desmetilvenlafaxina», mientras que en la orina halló «levetiracetam, venlafaxina, desmetilvenlafaxina, quetiapina, 6-naltrexol y metoclopramida». Por su parte, el informe «hisopatológico» confirmó «un cuadro compatible con cirrosis hepática» y distintas patologías cardíacas, pulmonares y renales.
La primera autopsia realizada un mes atrás señaló que el ícono de fútbol murió como consecuencia de un «edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada, con una miocardiopatía dilatada». La causa de la muerte de Maradona tiene la carátula de «homicidio culposo».
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