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Después de que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ampliara la sanción impuesta al delantero peruano Paolo Guerrero a 14 meses, luego de haber cumplido ya seis meses de castigo, el Flamengo decidió suspender el contrato del capitán de la selección peruana por segunda vez, según informaron este viernes fuentes del club brasileño.

 

Directivos del “Mengão” se habrían reunido para discutir la situación del “Depredador” en la escuadra carioca, tomando la decisión de salvaguardar los intereses del club, tal como lo hicieron durante los seis primeros meses de castigo que cumplió el atacante tras dar positivo en un control antidopaje, el 5 de octubre, en un partido por eliminatorias entre Perú y Argentina.

 

La decisión del Flamengo se basa en la ley 9.615, más conocida como “Ley Pelé”, que permite a una entidad deportiva suspender el contrato de un profesional cuando este sea impedido de actuar por un plazo superior a los 90 días, como consecuencia de un acto de su exclusiva responsabilidad. Además en el contrato de Paolo existe una cláusula que indicaba la suspensión del mismo en casos «desvinculados de actividades profesionales».

 

Con 34 años, Guerrero tenía contrato con el club hasta el próximo mes de agosto, pero no podrá participar de actividades de fútbol profesional hasta enero de 2019, por lo que es posible que no vuelva a vestirse con la camiseta del equipo con más hinchas alrededor del mundo.

 

 

Venía recuperándose

 

La sanción para el artillero fue inicialmente de un año, pero la Comisión de Apelación de la FIFA la redujo el pasado 20 diciembre a seis meses al considerar que había cometido cierto grado de negligencia, pero no significativo.

 

El capitán de la selección peruana volvió a los entrenamientos el 20 de marzo, 45 días antes del fin del castigo, tras ser liberado disputó tres partidos y marcó un gol con el Flamengo.

 

Con el castigo de catorce meses del TAS, Guerrero también se perderá el Mundial de Rusia, que comenzará el próximo 14 de junio y en el participará Perú después de 36 años de ausencia.