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El Ministerio de Exteriores de Argentina anunció hoy la creación de una sede consular temporal en la ciudad rusa de San Petersburgo, donde se disputarán partidos del Mundial Rusia 2018, y que operará en conjunto con Brasil para atender a los ciudadanos de ambos países que viajen como espectadores.

 

«Esta iniciativa la hemos tomado dado los vínculos históricos y el trabajo compartido que tenemos con Brasil; dos países futboleros que nos llevan a presuponer que vamos a tener una gran participación de hinchas que van a estar viajando por Rusia», afirmó el canciller Jorge Faurie en una rueda de prensa en la sede de Exteriores.

 

Según datos del departamento que dirige Faurie, se espera que acudan a Rusia para presenciar el máximo evento futbolístico del año entre 30.000 y 35.000 argentinos. Por su parte, el embajador de Brasil en Buenos Aires, Sergio França, explicó que serán alrededor de 60.000 los brasileños que se desplacen a Rusia.

 

«Pensamos que es muy importante estar allí presentes todo el tiempo. Es la idea de asociarnos con Argentina, para pasar un mensaje de sociedad, de proximidad entre los países y para maximizar la utilización de los recursos», consideró França.

 

 

Sólo por un tiempo

 

La subsede permanecerá activa en San Petersburgo durante el mes y medio de duración que tendrá el Mundial y, posteriormente, se mantendrá abierta un corto período para continuar con lo que los dirigentes han catalogado como un «proyecto piloto» que podrían llegar a instaurar en otras localidades.

 

Por el momento, anunciaron que implementarán el mismo sistema en Cádiz, donde los ciudadanos brasileños podrán utilizar la sede consular que tiene Argentina en el sur de España, y en Vancouver (Canadá), donde será la ciudadanía argentina la que se beneficiará de la presencia del Gobierno brasileño.

 

En esta línea, Koronelli se mostró seguro de que el Mundial que organiza su país será, «desde el punto de vista de la seguridad y la organización», el «mejor de la historia futbolística».

 

«Esperemos que esto sea lo que tiene que ser realmente un campeonato de fútbol: una fiesta del deporte donde se dejan de lado ideas, convicciones religiosas y se busca la superación de todo esto demostrando quién es el mejor en la cancha», dijo Faurie.

 

Fuente: EFE