El último miércoles 8 de noviembre, Universitario de Deportes se coronó campeón de la Liga 1, nada más y nada menos que ante Alianza Lima. Los ‘cremas’ vencieron 2-0 a los ‘blanquiazules’ en Matute y de esa manera lograron su título número 27 a lo largo de su historia. Sin embargo, un ‘apagón’ en el estadio de La Vicotria, hizo que todo el espectáculo deportivo se vea manchado.
Y es que apaenas el árbitro Edwin Ordóñez pitó el final del partido, alguien en Matute apagó las luces del recinto deportivo, dejando así, todo a oscuras. Las imágenes grbadas por las cámaras de video vigilancia del estadio Alejandro mostrarán lo que pasó en el interior y exterior del coloso blanquiazul antes, durante y después del sorpresivo, peligroso y tan comentado apagón…
Mientras el partido se desarrolla con normalidad (hasta ese momento) en el palco principal aparecen los invitados especiales, entre ellos altos mandos policiales, exministros de estado y miembros directivos del club Alianza Lima. En la zona techada del palco también se está el presidente del consejo de ministros, Alberto Otárola, junto a familiares e invitados.
Sin embargo, el espectáculo deportivo empieza a poner tenso. A las 9 y 48 de la noche, desde el palco principal, los dirigentes observan que algunos hinchas empiezan a tirar bengalas y notan que falta poco para terminar el partido y que el marcador no le es favorable. Alianza Lima está perdiendo 2 a 0.
El partido se paraliza por unos segundos. Algunos policías que se encuentran dentro de las tribunas empiezan a tratar de calmar a los hinchas; sin embargo, el problema más fuerte no está dentro del estadio, sino afuera, en la calle Mendoza Merino.
Punto Final conversó con 2 dirigentes del club blanquiazul, quienes estuvieron en los palcos, sin embargo, prefirieron no hablar ante cámaras.
Uno de ellos dijo que “la información que recibe el gerente José Manuel Sabogal es que afuera se escuchaban disparos. Así que José empieza a improvisar para ver qué podían hacer al acabar el partido”.
Dentro del palco estaban los dirigentes del club, pero también el presidente del consejo de ministros. Según nuestra fuente, 4 minutos antes de acabar el partido, uno de los agentes de seguridad de estado se acerca al premier Otárola y le dice “presidente, tenemos que irnos”
Al notar que hay menos agentes dentro del estadio y que sólo faltan 2 minutos para acabar el partido, uno de nuestros entrevistados nos señaló que “es José Sabogal quien da la orden: “apaguen las luces que iluminan la cancha para que los hinchas abandonen rápidamente el estadio”.
Por lo tanto, al parecer no se trató de una estrategia planificada o de un protocolo preestablecido. Según nuestra fuente, “las cabezas nunca se pusieron en el escenario de qué hacían al finalizar, si perdían el partido”.
Pese a que los dirigentes insisten en que tomaron esa decisión para acelerar la salida de los hinchas de las tribunas, la percepción fue otra: que se tomó esa decisión en caliente ante la frustración de perder un campeonato en su casa y de ver al clásico rival premiado en su propia cancha.
Hay más detalles por analizar en las imágenes. Tras la salida de los hinchas, el equipo de Universitario decide dar la vuelta olímpica a oscuras. Cuando están corriendo por la zona lateral, una bengala es arrojada desde la tribuna de occidente. En ese momento, supuestamente, ya no había hinchas. ¿Quién la arrojó?
Según los dirigentes del club, las luces siguieron apagadas a pesar de la presencia de los fiscales de prevención del delito y algunos altos mandos policiales en el estadio. Nadie pidió que las enciendan.
El club íntimo ha preferido no hablar frente a cámara sobre lo que pasó. Solo publicaron este pronunciamiento, en el que aseguran que se tomó la decisión de apagar las luces para evitar una tragedia. La fiscalía citará a José Manuel Sabogal, gerente general del club, para tomar su manifestación.
Pero la violencia y la falta de respeto a la autoridad no ocurrió solo de noche y a oscuras, en la tarde y con luz, previo al partido, unos barristas decidieron caminar al estadio de Matute por la vía expresa Paseo de la República. Allí, Josué Teaguas Urrelo no tuvo mejor idea que robar, sí, robar la moto policial del suboficial de tránsito Romero Otero.
Al final, pagará con 3 años de cárcel efectiva, lo que hizo entre risas. A estos sujetos poco a nada le importa el respeto a la autoridad. Lamentablemente, la violencia se ha tomado como algo habitual en las barras.
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