Abel Valdivia, implicado en la muerte del comunicador Christian Enrique Tirado, llegó al Perú extraditado desde Rusia tras salir del país hace aproximadamente un año. Antes de su llegada envió unos audios Latina Noticias, dando su versión de lo que ocurrió en la fiesta del excongresista Paul García en Lince, supuesta pareja de la congresista Rosselli Amuruz. También hizo algunas precisiones sobre su proceso de extradición.
El domingo 1 de octubre, Abel Valdivia, su hermano Pedro Valdivia, Christian Enrique y un amigo de este último, protagonizaron una pelea en los exteriores de la casa en Lince. Cámaras de seguridad mostraron a Abel portando un arma de fuego, así como a Christian huyendo del lugar hasta que se desplomó. Después de ello, Abel se fugó a Rusia.
«Al ver los ataques entiendo que es un robo. Me sentía aturdido por el golpe en la sien. Saco mi arma y se las enseño para disuadirlos, sin apuntar a nadie. Escucho al de camisa roja que le dice a Pedro «ven, te voy a matar». Al ver que se acercaba con el cuchillo, le muestro mi arma apuntando al suelo y le digo que suelte el cuchillo y el me dice ‘ a ver dispara’, y ataca a Pedro con el cuchillo directo al cuello, y mi reacción fue levantar la mano y se dispara el arma», señala Abel Valdivia, un día antes de llegar al Perú.
AQUÍ LOS AUDIOS ENVIADOS POR ABEL VALDIVIA A LATINA NOTICIAS
En los audios enviados, Valdivia señala que todo se trato de un intento de robo, con un final fatídico que según él no habría buscado. Un Rólex de 16 mil dólares, una pulsera de oro de 15 mil dólares y una cadena de oro de 13 mil dólares es lo que menciona que llevaba puesto en la fiesta de cumpleaños, a la que según precisa fue invitado y en donde no interactuó con nadie.
«Ya en la puerta de salida, la abro para que salga quien me acompañaba, es en ese momento que un sujeto de camisa roja viene rápido como apurado, casi corriendo. Suelto la puerta y le doy pase amablemente. Otra persona que venía atrás gritó mi apellido «Valdivia«. Volteó la mirada, era un sujeto de camisa manga corta floreada. Es el momento en donde recibo un codazo a la altura del sien de parte del de camisa roja, que me provocó un mareo y casi me caigo al suelo. Después de golpearme, sale a la calle, se pone delante mío y me cierra el paso. Desde atrás me empujan con fuerza hacia la calle, el de camisa floreada y otro sujeto de camisa negra», es como inició todo en aquella madrugada, según Abel Valdivia.
El de camisa roja era Christian Enrique Tirado, quien Abel expresa que, sorpresivamente y sin motivo alguno, le propino un golpe que lo dejó aturdido. Puntualizando, de esta manera, que no habría existido una discusión previa dentro de la fiesta. Esto se contradice con lo señalado por la familia de Christian Enrique, quienes señalan que el comunicador trato de defender a una mujer en medio de una riña.
«Volteo a ver a mi amiga y a mi hermano, no entendía nada, trato de calmar a los sujetos levanto las manos y digo «tranquilo, ¿qué pasa? ¿quiénes son?», es el momento en el que escucho «lo están cortando, lo están acuchillando, volteo y veo al sujeto de camisa roja con un cuchillo en la mano derecha, apuñalando a mi hermano Pedro, cortándole el cuello y diferentes partes del cuerpo. Al ver los ataques entiendo que es un robo. Me sentía aturdido por el golpe en la sien. Saco mi hermano y se las enseño para disuadirlos, sin apuntar a nadie», señala Abel dando por sentado de que todo ese conjunto de ataques por Christian y su amigo a él y su hermano se debía a un robo. Aquí aparece, por primera vez en escena, su arma.
En las imágenes de las cámaras de seguridad que en octubre del año pasado difundió Punto Final, se observa a Abel Valdivia acercarse a su auto que estaba estacionado en la puerta de la casa en Lince, de donde saca su arma. Al tenerla se dirige hacia el amigo de Christian, pero se cae en su intento de acercarse. Luego ve a Christian y va hacia él.
«Escucho al de camisa roja que le dice a Pedro «ven, te voy a matar«. Al ver que se acercaba con el cuchillo, le muestro mi arma apuntando al suelo y le digo que suelte el cuchillo y el me dice «a ver dispara», y ataca a Pedro con el cuchillo directo al cuello, y mi reacción fue levantar la mano y se dispara el arma. Levanto la mano sin apuntarlo ni con intención de lesionarlo, simplemente fue una reacción para que no le corte el cuello, la yugular a mi hermano», así es como según Abel la pelea culminó con la muerte de Christian Enrique Tirado. Según él, solo para disuadir al comunicador y que no mate a su hermano Pedro.
Al llegar al auto, su amiga le dice que efectivamente le querían robar el rólex valorado en 16 mil dólares que llevaba puesto. Explica que ante el trato que le dieron a su hermano Pedro, a quien lo vio ‘con un chaleco de homicidios’, y ante las amenazas que recibieron, decidió irse del país para poner a su familia y a él mismo a buen recaudo.
En los audios enviados a Latina Noticias, Abel Valdivia sostiene que él, de forma voluntaria, se entregó a las autoridades de Rusia, país al que se dirigió ese mismo fatídico domingo 1 de octubre junto a su esposa e hijas, ciudadanas de este país euroasiático.
Señala que unos días después, precisamente el 11 de octubre se entregó a las autoridades rusas, a las que les informó que había una orden de captura internacional en su contra. «Yo me entregué a las autoridades en Rusia por voluntad propia el 11 de octubre. En todo momento solicité mi extradición voluntaria a mi país», manifiesta en exclusiva a Latina Noticias.
Según cuenta, él dio su dirección a las autoridades rusas que posteriormente lo detuvieron y condujeron a la comisaría de ‘Zarenchensky’. «Decidí abandonar mi país para proteger la vida y la salud de mi pareja de hecho y de mi menor hija. Sus vidas corrían peligro a causas de amenazas de muerte pronunciadas contra mi familia en Perú. Las amenazas las recibía de parte de los miembros de la familia de la parte opuesta», se lee en su solicitud.
En relación a su extradición, este es el documento en el cual Abel Valdivia solicita su extradición al Fiscal General de la Federación Rusa, Igor Viktorovich Krasnov el 23 de mayo de este año.
«Ustedes no necesitan tomar decisión alguna respecto a mi extradición en la medida en que yo mismo la he solicitado de forma voluntaria. Mi país está esperando a su respuesta, estoy dispuesto a pagar todos los gastos, relacionados con mi extradición a Perú«, es el pedido que hace a las autoridades rusas para que se inicie su extradición, de acuerdo al documento.
En los audios enviados a Latina Noticias, Abel precisó que no era la primera vez que hacía esta solicitud y reveló además que se le habría ofrecido otras opciones. «A pesar de que las autoridades rusas me ofrecieron tramitar un refugio en su país, pero yo me opuse a cualquier beneficio», mencionó.
Tras estar recluido desde el 13 de octubre del año pasado en la Institución Pública Federal Centro de detención judicial, Abel Frank Valdivia Montoya, regresó al Perú este sábado. Ahora tendrá que afrontar el pedido de 18 meses de prisión preventiva por la muerte del comunicador Christian Enrique Tirado.
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